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jueves, 5 de septiembre de 2024

EL DISCO DE LA SEMANA: LET'S LIVE FOR TODAY, DE LIVING DAYLIGHTS

La historia de los Living Daylights es una de esas constantes entre los desafortunados del pop de la década de los 60, en la que tras uno o varios singles registran un álbum pero éste queda inédito, enterrado en las catacumbas de la industria musical, hasta que décadas después unos arqueólogos de los sonidos lo sacan a la luz para el disfrute de los ávidos coleccionistas.
Como no, Guerssen han sido los responsables de la edición de este LP inédito compuesto por canciones que los Living Daylights habían incluido previamente en singles junto a otras inéditas, un LP en potente sonido monoaural y acompañado de un extenso inserto con la historia del grupo a cargo de David Wells. Para los aficionados más casuales el mayor punto de interés de esta compilación es su Let's Live For Today, canción con extenso recorrido desde la grabación original de The Rokes pasando por versiones en Holanda, Finlandia, Chile... hasta llegar a la exitosa lectura de los Grass Roots, siendo la de los Living Daylights la segunda en ser registrada.
Pero para los degustadores más entregados el highlight del disco está en la canción que lo cierra, el arrollador freakbeat de Always With Him, original del grupo, uno de esos clásicos subterráneos del período freakbeat y psicodélico británico con sus temblorosas guitarras y breaks de batería irresistibles.
El resto del LP lo compone un beat muy sólido, entre originales y versiones, con buenas armonías vocales y la destreza de Caleb Quaye a la producción, con grandes momentos como la cara B de Let's Live For Today, It's Real, pop con mucha personalidad y beat influenciado con la sensibilidad de 1967, o la joya inédita Up So High, freakbeat con una guitarra afiladísima que nos puede llegar a recordar a los Smoke. 
Aunque algunas de las versiones elegidas puedan parecer demodé para 1967 y no hacen del LP un disco perfecto de principio a fin, los Living Daylights se redimen con Getting Better, infaltable versión de los Beatles recién sacada de su Sgt. Pepper's, y sobre todo con Say You Don't Mind de Denny Laine, una favorita mía, que no llega a los excelsos niveles de la original pero a la que le insuflan un buen empujón con una potente base rítmica, y sin faltar el característico falsete en los estribillos.
Un LP totalmente recomendado para los fans y completistas del pop 60s, tanto para los que buscan luminoso pop melódico como para los exploradores del freakbeat y el beat más oscuro, y es que es una gozada poder disfrutar de Always With Him en esplendoroso vinilo.
David

viernes, 25 de marzo de 2022

PROCOL HARUM EN 1967: Y LA MULTITUD PIDIÓ MÁS

El 19 de febrero los fans de Procol Harum sufrimos el shock de enterarnos de la noticia del fallecimiento del líder de tan fabuloso y entrañable grupo, Gary Brooker, multiinstrumentista, vocalista y compositor de talento supremo. En su memoria inicio este repaso para rendir honores a cada uno de los álbumes clásicos de Procol Harum, de 1967 a 1977.
El germen del grupo se sitúa en 1966, en el providencial encuentro de Gary Brooker con el letrista Keith Reid en el apartamento de Guy Stevens, pinchadiscos en la escena londinense que proporcionaba canciones descubiertas en sus singles a The Paramounts, grupo de R&B de Essex en el que militaba Brooker. A raíz de ese encuentro la fértil colaboración entre músico y letrista comenzó de inmediato y su primer fruto fue transcendental, A Whiter Shade Of Pale, número 1 en Inglaterra en Junio de 1967. En ese momento el grupo lo formaban Brooker, Reid, y los fichajes de Matthew Fisher, proveniente de The Savages al órgano Hammond, Ray Royer a la guitarra, David Knights al bajo y el batería de sesión Bill Eyden (en una de mis interpretaciones favoritas de todos los tiempos a la batería), con el que grabaron A Whiter y su cara B, el R&B mod de Lime Street Blues. Fisher no sólo aportó su maestría como músico sino que aportaba algunas composiciones y cierto sentido de la teatralidad y dramatismo, seguramente aprendido durante su estancia con los Savages de Screaming Lord Sutch.
Royer, Fisher, Harrison, Knights y Brooker
Para los inminentes tours que su éxito aseguró se les unió Bobby Harrison a la batería. Problemas con el mánager que organizaba las giras supuso el primer contratiempo para Procol Harum (en buena parte económico, ya que la banda apenas percibía beneficios por su trabajo y single de éxito mundial) y en un mes de julio convulso salieron del grupo Royer y Harrison (que pasaron a formar Freedom), musicalmente lo mejor que le podía pasar a los Harum en esos momentos de formación ya que entraron dos elementos cruciales para su futuro sonido: Robin Trower a la guitarra aportando ese punzante, afilado blues rock, y el monumental B.J. Wilson a la batería, que podía igualar y superar sin problemas lo grabado por Eyden en el primer single.
Durante ese verano grabaron su segundo single, Homburg / Good Captain Clack, otro masivo éxito siguiendo las coordenadas de A Whiter, y su primer LP producido todo ello por Denny Cordell apostando por un sonido casi directo y sin adornos en contraposición con la exuberante producción de buena parte de los discos psicodélicos de aquel mismo año. Por un lado esa estrategia permitía a la banda mostrar toda su destreza y potencia sonora a los que dudaban de la autenticidad de un grupo con tan inmediato y arrollador éxito comercial, pero por otro lado perdían la oportunidad de aprovecharse de la imaginería sonora de la psicodelia que hubiese adornado las personalísimas composiciones de Brooker y Reid y su sonido barroco.
El disco resultante es una pieza maestra de rock psicodélico pero supuso un fracaso comercial. En primer lugar, incomprensiblemente, se omitieron del mismo los exitazos de A Whiter y Homburg, pero de nuevo todo tiene su contrapunto y un artefacto sólo con canciones nuevas dejaba apreciar el talento del grupo sin verse oscurecidas por esas ya icónicas composiciones, aunque en varios países la integridad del disco se vio comprometida por la inclusión de esos hits en perjuicio de otras del LP original como en USA, donde apareció publicado por Deram en septiembre con A Whiter Shade Of Pale abriéndolo mientras que la discográfica Regal Zonophone pospuso el lanzamiento del LP en Gran Bretaña varios meses, hasta diciembre de 1967, con lo que se perdió el momentum del auge a nivel comercialmente masivo del rock psicodélico del 67.
Knights, Fisher, Trower, Wilson y Brooker
Al grupo esa escasez de ventas evidentemente le afectó pero dejó para la posteridad este fastuoso debut que se inicia con Conquistador, donde brillan los juegos entre piano y órgano y el grupo refina su fórmula de rock con elementos de música clásica, y siempre presenta la soulera voz de Brooker y las enigmáticas letras de Reid. She Wandered Through The Garden Fence es una maravillosa pieza de pop psicodélico animada por la pandereta y una escala ascendente del órgano con un Fisher en estado de gracia.
Something Following Me adapta su sonido envolvente y barroco a un blues donde vemos a Trower lanzar sus afilados guitarrazos aquí y allá, Mabel es una juguetona y borrachuza tonada en plan old time music tan en boga por muchos grupos en aquellos años, mientras que Cerdes (Outside The Gates Of), es un intenso blues psicodélico con esa estructura melódica ascendente tan característica del grupo en sus inicios, con un entrelazamiento fascinante de la guitarra y el Hammond. 
A Christmas Camel retoma el clasicismo y las influencias tomadas de Bach siguiendo fielmente la estela de A Whiter Shade Of Pale en cuanto a melodía, aunque más enérgica y agresiva con un Hammond muy rhythmanblusero, y sobre todo en cuanto a críptica letra, para dar paso a Kaleidoscope, un pequeño clásico de la psicodelia inglesa tremendamente bailable con esos acordes instrumentales prolongados al final de cada estribillo y un órgano y guitarras juguetones sobre la sólida base del piano, el bajo y los redobles de B.J. Wilson. Salad Days (Are Here Again) es otra bella pieza maestra de psicodelia de estructura y melodía barroca con amplios solos de órgano y mayor protagonismo del piano conduciendo la melodía, en la que Brooker se luce cantando. Fue incluida en la banda sonora de un oscuro film de ese mismo año, Separation, mientras que Good Captain Clack es la única de las composiciones previamente aparecidas en single que se seleccionaron para el LP, una juguetona e inocua pieza de ambiente marinero, temática que no será abandonada por Procol Harum en siguientes grabaciones.
PROCOL HARUM termina a lo grande con la única composición ajena al dúo Brooker/Reid, Repent Walpurgis, dramática pieza instrumental de Matthew Fisher que aumenta en intensidad envuelta en el clasicismo tomado de nuevo de J.S. Bach.
La portada fue diseñada y dibujada por Dickinson, pareja de Keith Reid, y dota al conjunto de canciones de un tono de misterio poético y folk propio de la ilustración de la era victoriana, curiosamente más acorde en intensiones con A Whiter Shade Of Pale que con muchas de las canciones del LP pero sin duda uno de los clásicos artworks de 1967, conformando tanto música como arte gráfico un disco para ser escuchado con el espíritu con el que fue creado, como el grupo indica misteriosamente en las notas de la carpeta.
1968 verá el afianzamiento de Procol Harum como una poderosa unidad musical en estado de gracia compositiva y expandiendo sus límites y quizá, al ser una fecha tan temprana, inventando el rock progresivo en Gran Bretaña. 
David
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miércoles, 11 de marzo de 2020

EL 45 RPM DE LA SEMANA

THE LORDS: Gloryland / Raindreams (Columbia, 1967)
Los alemanes Lords tenían el potencial para ser los Paul Revere & The Raiders germanos y no sólo por los atuendos militares decimonónicos que solían llevar en determinadas etapas de su carrera en los 60. En directo tenían una interesante potencia guitarrera y solían adaptar recientes clásicos del rock, pero en sus singles, y cada vez más conforme avanzaba la década, solían gustar de incluir insulsas, y tontorronas, cancioncillas pop demasiado comerciales. Eran una especie de Dave Dee & Cía pero sin la gracia de los ingleses.
Con esa perspectiva tan poco prometedora, ¿qué podría ofrecernos un single de los Lords de 1967? Pues medio disco magnífico, ya que la cara A, Gloryland, es otra prescindible muestra de good old time music y de music hall. Pero amigos y amigas, la cara B, Raindreams, es Pop-Art de primera, con feedback en los primeros acordes, guitarras afiladas, actitud agresiva y parte vocal a lo Richard Shirman de los Attack, puente con rave-up de redobles y guitarras distorsionadas y voces en falsete que se reconducen a un estribillo pegadizo.
El grupo por aquel entonces comenzaba su mutación estética acorde a los tiempos; abandonaban los cortes de pelo al estilo Príncipe Valiente y adoptaban otros más mod, aunque aún iban uniformados, e intentaban pequeños experimentos sonoros satisfactorios como éste aunque pronto se recondujeron a una insulsa e inofensiva comercialidad.
Raindreams es una excelente muestra de la influencia de las bandas británicas como The Who en el continente, y es que The Lords habían compartido gira con éstos y con los Kinks. Compuesta por el guitarrista del grupo Rainer Petry y también incluída en su LP GOOD SIDE OF JUNE (THE LORDS IV), se puede encontrar de forma fácil en los mercados habituales de discos de segunda mano por el precio de un café.
David

martes, 30 de julio de 2019

EL 45 RPM DE LA SEMANA

RONNIE BIRD: Les Filles En Sucre D'orge / Si Quelque Chose M'arrivait (Philips, 1967)
¡Cómo molaba Ronnie Bird! El más anglofilo de los cantantes franceses de los 60, su imagen era increíble: un corte de pelo perfecto, ropa de Carnaby Street, versiones en su repertorio de Rolling Stones, Hollies, de Small Faces, de soul... y cuando se asoció con los ingleses Mick Jones y Tommy Brown (de los State Of Micky & Tommy) como sus compositores, arreglistas y músicos, aquello ya fue la pera, sofisticando aún más su sonido y metiendo elementos de psicodelia que culminaron en su último y buscadísimo single, la joya psicodélica Sad Soul / Rain In The City (en la que copiaban las líneas de bajo y piano del We Love You de los Stones!) de 1969.
Pero el 7" que nos ocupa es de 1967, cuando Bird era un ídolo que seguía muy atento a lo que sucedía en Londres y los cambios musicales que allí se producían. Bird también era muy popular en la parte francófona de Canadá y allí se editó este single, con una versión de los Bee Gees en la cara B, New York Mining Disaster 1941.
De las dos caras del single es la menos destacable, pero incluso así me gusta más que la versión original! Retitulada Si Quelque Chose M'arrivait (Si Algo Me Pasara, cortesía del traductor de google) tiene más empuje que la original con una base rítmica más potente, una pandereta que le da vida y unos arreglos de sitar que la meten de lleno en la moda psicodélica. Buen trabajo de Micky y Tommy!
Pero la auténtica alhaja del disco la encontramos en la cara A, Les Filles en Sucre d'Orge (¿¿Chicas en Azúcar De Cebada??), composición de Mick Jones que se inicia con un bajo poderoso que da paso a una elegante instrumentación apoyada en la base rítmica y el órgano, con un adictivo ritmo pop que se rompe con unos cambios que le dan un cierto tono oscuro a la composición, acentuado por el brevísimo puente protagonizado por el bajo, de nuevo, y unos redobles en los timbales, que se vuelve a repetir antes de dar paso a la coda con un papel más acentuado del teclado. El vídeo, para el programa Dim Dam Dom también mola mucho y en él vemos a Ronnie en transición a la moda psicodélica con una bonita camisa!
El otro artefacto sonoro que contenía estas dos magníficas piezas fue en un EP francés encabezado por La Surprise, así que cualquiera de estas dos rodajas de vinilo son totalmente recomendables para poder disfrutar del pedazo de genialidad de Ronnie Bird, Mick Jones y Tommy Brown que es Les Filles en Sucre d'Orge!
David

viernes, 15 de febrero de 2019

EL 45 RPM DE LA SEMANA

Portada de la edición austriaca del single
DAVE DEE, DOZY, BEAKY, MICK & TICH: Zabadak / The Sun Goes Down (Fontana, 1967)
Otra grabación de un grupo eminentemente pop y comercial que esconde en una cara B una joya psicodélica, al igual que vimos en la anterior entrega con Dave Clark Five!
Dave Dee, Dozy, Beaky, Mick & Tich aparecieron regularmente en las listas de éxito entre 1965 y 1970, buscando no descolgarse de las mismas a base de accesible pop, una llamativa imagen (sus pantalones bicolores son famosos) y tirando de compositores para proveerles de mandanga vendible. 
El dúo de compositores tras el nombre de Howard Blaikley fueron sus camellos musicales y Zabadak!, la cara A del single de hoy, uno de sus mayores éxitos mundiales y su mayor hit en Estados Unidos. Pero no todo lo de los sesenta es bueno, amigos, y detesto esta canción. Así que os dejo el vídeo y pasamos a otra cosa mucho más interesante...
...como su cara B, The Sun Goes Down, una composición propia de David John Harman (Dave Dee), John Dymon (Beaky, el guitarra rítmica) y Trevor Leonard Ward-Davies (Dozy, el bajista), y escuchándola no puedo dejar de pensar en por qué demonios no les dejaron aportar más temas propios a su repertorio... ¡Fácil! ¡Con ellos no iban a conseguir éxitos como la sonrojante The Legend Of Xanadu!
The Sun Goes Down está bañada en ácido: una batería con retumbante eco, voces también con reverb a saco en coros levitativos, guitarras distorsionadas, un bajo onduleante muy protagonista y freakbeat, un corto pero acidísimo solo de guitarra y una coda expansiva que se corta abruptamente. 
¡Todo un experimento que les salió a las mil maravillas y una pequeña joya casi oculta del rock psicodélico británico! ¡Cuántas alegrías inesperadas se encuentran en esas caras B de grupos poco sospechosos de adentrarse en terrenos sonoramente peligrosos..!
David

miércoles, 31 de mayo de 2017

1967: REPASO DISCOGRÁFICO AL MEJOR AÑO DE LA HISTORIA DEL POP!

No tengo ninguna duda al respecto: muchos de los mejores discos de la historia del pop y del rock, de los más mitificados y en lo personal, algunos de mis elepés favoritos, cumplen cincuenta años durante estos doce meses. Ya en los números uno y dos del fanzine Making Time repasé algunas de estas obras cumbres de la cultura popular divididos entre su país de origen, Estados Unidos o Gran Bretaña.
La cantidad e importancia de grabaciones editadas en formato de LP en ese año creo que dejaba bien claro en ese artículo la transcendencia de 1967, y el fenómeno de unos doce meses nunca superados en cuanto a música registrada, y eso que me quedé corto en cuanto a la enumeración y reseña de los discos lanzados aquel año... 
Así que utilizando twitter y a través del hashtag #LPs1967 estoy repasando un listado aún más amplio de los discos de 1967 de los que realizo un micro-análisis... una excusa tan válida como cualquier otra para volver a escuchar esas joyas sonoras, deleitarme con esas portadas que revelaban a los LPs como sustentadores de arte gráfico con entidad propia y no simples fotos del grupo o solista en cuestión, y reafirmarme en la idea de que 1967 fue un año clave de desbordante creatividad y talento desatado!
David

martes, 17 de septiembre de 2013

HA! HA! SAID THE CLOWN

En nuestra discontinua serie de desmedidos vocalistas pop 60's abordamos en la entrega de hoy al frontman de un grupo de larga trayectoria, gran prestigio y discografía impecable: Mike d'Abo, voz solista de Manfred Mann de julio de 1967 hasta 1969.
La labor de d'Abo no era fácil: sustituir al icónico Paul Jones que capitaneaba junto a Mann y Mike Hugg a un grupo de reconocido prestigio en los ámbitos del R&B y del jazz, con alguna ocasional incursión en el pop. Ahora, encabezados por el guapo d'Abo y con el alemán Klaus Voorman al bajo y flauta, conformando una especie de supergrupo de incierto futuro (d'Abo provenía de A Band Of Angels; Mann, Hugg y Tom McGuinnes eran respetados músicos, y Voorman callejeó con los Beatles por Hamburgo) la banda se sumergió sin reparos en el pop comercial y el manierismo escénico, con una serie de gloriosos singles de fácil consumo empezando por el primer tema cantado por d'Abo, Just Like A Woman, hasta su último single, Ragamuffin Man. La mayoría de ellos, si no todos, están presentes en youtube en forma de actuaciones en la televisión (sobre todo en la Europa continental) o vídeos promocionales, y por supuesto son de obligado visionado.
Ha! Ha! Said The Clown competía en 1967 con la versión de los Yardbirds y salió victoriosa llegando al número 4 de las listas inglesas, y ya en él Mike d'Abo estaba en todo su esplendor manierista y amanerado (ejemplificado en el vídeo perteneciente al programa francés Dim Dam Dom, pero hay más, amigos: en Suecia, en Inglaterra, en Alemania, en Francia de nuevo y desafinando sin rubor...). Poseedor de una voz suave, elegante, quizá algo falta de potencia, era la ideal para esta nueva etapa del grupo que lanzaba cada poco gemas pop de ambientación levemente psicodélica. Sin embargo sobre el escenario desplegaba sus habilidades escénicas y teatrales, lanzando miradas entre pícaras e inocentonas a su audiencia y en cada vídeo del grupo no se puede evitar esbozar un par de sonrisas, especialmente con esta presentación del grandioso My Name Is Jack en Top Of The Pops, un single de 1968 con d'Abo en toda su gloria.
Pero no solo con el cantante acaba la diversión: hay que atender al aspecto siempre druggie y excesivamente alegre de Tom McGuinnes, al permanente desinterés y apatía del batería Mike Hugg y al aire de despiste de Klaus Voorman. Una sucesión de singles estupendos y una etapa que siempre mantengo que rivaliza con la primera de Manfred Mann, seria, respetable y prestigiosa, y es que se puede percibir que el grupo se estaba divirtiendo, ganando dinero e invirtiéndolo en sustancias que exaltaban sus espíritus.
David

martes, 10 de septiembre de 2013

EL DISCO DE LA SEMANA

THE MONKEES: Pisces, Aquarius, Capricorn & Jones Ltd. (Colgems, 1967; múltiples reediciones en CD, por ejemplo por Rhino en 2011)
El cuarto LP de los Monkees se me antoja el mejor del cuarteto. Los dos primeros están preñados de frescura e intensidad, HEADQUARTERS es el mítico punto de inflexión del grupo y HEAD está bendecido pero al mismo tiempo superado por la acidez lisérgica. Los otros discos son igualmente disfrutables, pero PISCES... tiene algo especial. Además de la tremenda colección de canciones que contiene la psicodelia está presente a lo largo del mismo, ya sea por la forma de afrontar diversos estilos dentro del pop, al modo de los Beatles, así como por un cierto aire de cohesión de las canciones que le da el hecho de que apenas hay tiempo de separación entre ellas. Y la producción de Chip Douglas es ajustada y sobria, sin excesivo relleno que reste inmediatez a las canciones.
Salesman abre el disco y es el particular Taxman de los Monkees, de ritmo incisivo combinado con coros susurrantes, perezosos pero de indudable aire psicodélico. She Hangs Out, de Jeff Barry, es inofensivo bubblegum con coros de pop de inicios de los 60, de grupos de chicas a los que el propio Jeff Barry había proporcionado tanto material. The Door Into Summer es delicioso folk pop, pastoral y soleado, con un inmenso Michael Nesmith a la voz y adornado con clavicordio. 
Love Is Only Sleeping, de Barry Mann y Cynthia Weil es sofisticado pop de ritmo sincopado y espíritu decididamente psicodélico, una de las gemas del álbum, seguida por Cuddly Toy, que continúa con la elegancia en una pieza escrita por Harry Nilsson de influencia beatlesca, enriquecida por unas cuerdas desgraciadamente no todo lo audibles que hubiese sido deseable. La estupenda cara A se cierra con Words, pop que se nos antoja sombrío pero que aumenta progresivamente su intensidad, se ilumina y energiza impulsada por un tremendo Micky Dolenz. Un clásico.
Hard To Believe es la obligatoria inclusión de Davy Jones en el easy listening y el pop melódico, agradable pero prescindible, mientras que What Am I Doing Hangin' 'Round? es country rock con mucha clase cantada por Nesmith, todo un pionero del género. Peter Percival Patterson's Pet Pg Porky es la inevitable broma incluida en casi cada LP de los Monkees que en esta ocasión al menos es corta, y da paso a otro clásico, Pleasant Valley Sunday de Gerry Goffin y Carole King, magnífica y briosa, como casi todas las piezas con Dolenz a la cabeza, y de destacable coda psicodélica. Daily Nightly es una composición totalmente psicodélica de Nesmith con ácida producción de Chip Douglas y masiva utilización de sintetizador Moog a cargo de Dolenz, una novedad en un disco de pop comercial y otra cosa en la que los Monkees fueron casi pioneros. Don't Call On Me es agradable folk pop que el grupo no se toma muy en serio pero que podría haber sido un éxito en manos de los Association o los Five Americans, y cierran el LP con Star Collector, de nuevo de Goffin y King, cantada por un sorprendentemente vigoroso Davy Jones, atrevida tonada sobre las groupies con predominancia de órgano garagero, adornada por el Moog interpretado por Paul Beaver y coda totalmente psicodélica y freak out.
Un disco clásico repleto de diversión y buenas canciones, el cuarto en una sucesión increíble de Lps a cargo de los Monkees (y del ejército de músicos, productores y compositores que les acompañaban!). Pero es indudable que Nesmith, Dolenz, Jones y Tork eran capaces de otorgar todo su carisma a las composiciones y más aún en este disco que continúa la tradición iniciada con HEADQUARTES de implicarse en la instrumentación y la composición. Solo dos canciones del mismo fueron un éxito en single, Pleasant Valley Sunday y Words, pero el álbum en si llegó a un merecido número uno.
David

martes, 30 de julio de 2013

YOU KEEP ME HANGING ON

En nuestra fascinante colección de cantantes afectados de la década dorada del pop no podía faltar Mark Stein, vocalista y teclista de los fabulosos Vanilla Fudge, así que ampliamos nuestra selección a grupos y no sólo a intérpretes en solitario. Pero es que lo de Mark Stein es tan remarcable que debe ocupar un lugar de privilegio en esta lista de músicos entregados en sus exuberantes interpretaciones (ved el vídeo, y disfrutad).
Vanilla Fudge fue un grupo que siempre funcionó mejor en single que en LP, y pese a lanzar un buen puñado de canciones memorables (recogidas en la recopilación PSYCHEDELIC SUNDAE) y ser usualmente calificados como uno de los grupos pioneros de la psicodelia dura, el hard rock progresivo o incluso el heavy (!), su gran momento fue esta versión del tema de las Supremes, en la que el cuarteto de Long Island se entregaba hasta la extenuación, y no sólo Mark Stein; Vince Martell a la guitarra, Tim Bogert y Carmine Appice también despliegan una buena cantidad de histrionismo pop, acompañado de coros en falsete tan en boga por los grupos de ascendencia italiana que proliferaban por los estados de Nueva York y Nueva Jersey con los majestuosos Young Rascals a la cabeza.
You Keep Me Hanging On, publicada en 1967 por el sello ATCO, subsidiario de Atlantic, es un clásico que sólo los Vanilla Fudge podían haber llevado a esos niveles de intensidad y pasión. Aún escondido detrás de su teclado, Mark Stein es un prodigio de entrega y psicodélica expresividad.
David

viernes, 26 de julio de 2013

YOU CAN'T COME HOME AGAIN (IF YOU LEAVE ME NOW)

Siguiendo con el repaso informal a teatrales y desbocados intérpretes de pop 60's por el que han pasado ilustres de la talla de Dave Berry, Denny Laine y Paul & Barry Ryan, llegamos a uno de los reyes indiscutibles del histrionismo pop: P.J. Proby, tejano de potente voz capaz de amoldarse a estilos varios, desde el rock, el R&B, el soul y el pop afectado y meloso, que hizo fortuna en Inglaterra en pleno Swinging London y vio languidecer su carrera en la segunda mitad de la década, pero siguió lanzando al mercado algún single potable entre baladas sensibleras y bizarrismos varios (Ling Ting Tong), como éste You Can't Come Home Again (If You Leave Me Now) (con Work With Me Annie en la cara B) publicado por el sello Liberty en pleno "Verano del Amor" (junio de 1967). Puede que me equivoque, pero su compositor Martin Siegel puede ser el mismo del fenomenal Misty Lane de los Chocolate Watchband y que también grabaron los Standells.
La excesiva entrega de P.J. Proby en los escenarios al ser un tipo totalmente extrovertido, aderezada esa personalidad con una considerable cantidad de efluvios alcohólicos, le hizo ser mal visto en Gran Bretaña y comenzó un deambular por la Europa continental, apareciendo a menudo en la televisión alemana donde, aterrizando en el programa Beat Beat Beat ataviado a la última moda hippie, con perilla y totalmente desmelenado, desarmó las normas del buen decoro en escena insuflando energía y, sobre todo, histrionismo a su You Can't Come Home Again mientras lanzaba miradas pícaras a las bailarinas germanas sin dejar de buscar ansioso a la cámara, para a continuación atacar una de esas baladas pretendidamente desarmantes, What's Wrong With My World, una cara A de 1968 ni mucho menos tan interesante como el pop soulero de You Can't Come Home Again
P.J. Proby... ¡algo serio!
David

miércoles, 26 de junio de 2013

SAY YOU DON'T MIND

Denny Laine ha sido un tipo injustamente tratado en las últimas décadas. Tras abandonar a los Moody Blues, a los que les aportaba su talento compositivo y su muy característica y expresiva voz (su sustituto, Justin Hayward, es también sin duda una de las grandes voces del rock británico de los 60) publicó un par de singles de pop bellamente arreglado, orquestal y barroco, y ligeramente psicodélico. Un serio competidor de talentos como Pete Dello y Graham Gouldman, sin duda. Pero pronto abandonó esos interesantes esfuerzos en solitario y se enroló en bandas como Ginger Baker's Air Force o los Wings, con los que a buen seguro ganó un más que merecido dinero. 
Su bello single de 1967, Say You Don't Mind / Ask The People, publicado por Deram (al igual que los discos de sus ex-compinches de los Moody Blues) y producido por el fastuoso Denny Cordell (responsable también de discos de los Move, Joe Cocker, de nuevo los Moodies y los Procol Harum, a los que por lo visto desdeñó injustamente cuando trabajaba en su primer LP) no fue a ningún lado, pero recibió una versión de Colin Blunstone aunque más clásica y barroca en sus arreglos. Prefiero la de Laine, es más de la época, más psicodélica, y los tonos agudos que alcanza en el estribillo merecen una atenta escucha. Emoción a raudales.
Como tantos otros músicos de la época, sobre todo británicos, Laine cruzó el canal de la Mancha y apareció en la televisión francesa, siempre tan interesada en la cultura pop. Su proto-videoclip de Say You Don't Mind le muestra tan amanerado como un Dave Berry en ácido. ¡Fantástico!
Y digo que Denny Laine ha sido injustamente tratado ya que sus grabaciones en solitario, sobre todo las registradas en la segunda mitad de la década de los 60, no han recibido un adecuado tratamiento con una buena recopilación que incluya sus pocos singles y a buen seguro mucho material inédito que haya por ahí, amén de sesiones en la BBC de Laine y su banda de aquel momento, la Electric String Band (que incluía sección de cuerdas propia, un concepto pionero y que luego llevó a la fama la ELO). Existía un disco de Cherry Red Records, por supuesto ya descatalogado y ridículamente caro en la actualidad para un CD, pero que se adentraba poco en esos psicodélicos años y sonidos. Así que esperaremos con paciencia un producto digno de este creador y sus composiciones. Si algo me ha enseñado los años es que estas cosas acaban sucediendo, por difíciles que parezcan...
David
(Aunque me gusta más cómo se ve el vídeo aquí, en sencillo blanco y negro, blogger sólo me deja colgar ésta versión phaseada...)

viernes, 23 de marzo de 2012

EL DISCO DE LA SEMANA

THE BEACH BOYS: SMiLE (Capitol, 2011)
No soy un fanático obsesivo de la música de los Beach Boys, de esos que se conocen los detalles de cada grabación, las giras del grupo al dedillo, etc., solamente un apasionado de la mayoría de sus discos entre 1965 y 1971, y confieso que siempre que se hablaba del mito de su disco perdido, SMiLE, pensaba que se exageraba sobre su contenido. Ay, cuán equivocado estaba.
Muchos músicos pop de los años 60, a partir de la explosión de creatividad a partir de 1966-1967, el impacto de la psicodelia, las drogas, la asociación con otras formas de arte, etc. llegaron a creerse intelectuales y artistas, cuyas obras transcendían del mero pop y cuyo mensaje y un envoltorio basado en una experimentación más o menos arriesgada las alejaba ya para siempre de esas veleidades del mundo del pop y sus adolescentes seguidores. Seguramente, con SMiLE, el único que consiguió realmente ese objetivo, y posiblemente sin proponérselo, fue Brian Wilson. Pocas veces se puede escuchar algo tan vanguardista pero al mismo tiempo firmemente arraigado en la tradición pop que este disco. Como comentaba, no soy un experto en el mundo de Wilson y los suyos, y desconozco si el orden de las canciones y las elegidas para conformarlo era el inicialmente proyectado para SMiLE, pero esta versión editada por Capitol y EMI en 2011 puede que se le aproxime mucho. Brian Wilson introdujo conceptos realmente innovadores para sus canciones: letras opacas y no muy accesibles a cargo de Van Dyke Parks, melodías poco usuales, repetición de dichas melodías, partes vocales y fragmentos de las letras a lo largo de los temas (véase Do You Like Worms (Roll Plymouth Rock)) construidos a base de elementos ya habituales en las grabaciones del grupo como son la percusión minimalista, bajos retumbantes, uso peculiar de saxofón, oboes y clarinetes, teclados... a cargo de los mejores músicos de Los Ángeles, y nuevos elementos que le dan esa personalidad innovadora y vanguardista que otros intentaron, incluso recluyéndose en el estudio para dedicarse sólo a sus grabaciones, pero que nunca consiguieron alcanzar estas altitudes.
Hablo de un uso nada ortodoxo de la instrumentación (en otros grupos, más o menos se ceñían a los cánones establecidos del pop al fin y al cabo) e incluso la aportación de objetos no musicales o fragmentos de grabaciones plenamente integrados en la composición, como en los casos de I Wanna Be Around/Workshop, Vega-Tables, Wind Chimes o The Elements: Fire. Además, Brian Wilson tenía a su disposición su mejor arma, las voces de los Beach Boys, que aparte de la leyenda y el tópico de que estaban contra los proyectos vanguardistas de Wilson (actitud totalmente comprensible, yo también estaría aterrado si mi grupo, su fama y fortuna, se viera comprometida por esas extrañas grabaciones), aquí suenan totalmente integrados y entusiastas, emocionantes y escalofriantes sus juegos vocales en temas como Our Prayer (los cantos gregorianos para la generación hippie), la magnífica Cabin Essence (una de las mejores grabaciones del grupo), Child Is Father Of The Man o las jubilosas melodías vocales en Vega-Tables.
Una idea conceptual flota sobre todo el disco a medida que avanzan las canciones, pero múltiples mensajes pueden ser extraidos de la obra, o puede que ninguno, y solamente se trata de azarozas asociaciones de ideas en las mentes excitadas de Brian Wilson y Van Dyke Parks: la presencia de los cuatro elementos, el fuego (The Elementes: Fire), el agua (Surf's Up, aunque aquí está cogido por los pelos, más bien es entre otras cosas una oda a la juventud), el viento (Wind Chimes) y la tierra (quizá Vega-Tables), la historia de América y sus habitantes nativos, la infancia y la juventud...



Además, se incluyen otras grandes joyas del cancionero del grupo, como el pop delicado de Wonderful, las conocidas Heroes And Villains y Good Vibrations en sendas versiones distintas de las editadas en single, pero que no recuerdo si son las mismas que las incluidas en el SMILEY SMILE construido a base de retazos y editado para cubrir el vacío dejado por SMiLE, no he revisado ese disco desde hace mucho, nunca me gustó, quizá siempre sentí que estaba incompleto, no era el orden natural de las cosas y ahí faltaba algo.
Y Surf's Up, la épica oda de Brian Wilson totalmente orquestada, una canción que deberían obligar en las escuelas a los niños como asignatura obligatoria, y quizá así se arreglarían muchos de los problemas de la sociedad...
SMiLE ha sido editado en múltiples formatos; mi copia es un disco doble, con abundantes retazos de las grabaciones, partes de las composiciones en fase de experimentación, melodías vocales en todo su esplendor, Surf's Up en versión de Brian Wilson sólo acompañado por el piano, además de un poster, una chapa... Una auténtica obra maestra.
David