
Recordemos hoy a una de esas figuras ya iconográficas del rock. La suya no es una muerte reciente, pero sigue suscitando la añoranza y el recuerdo enfervorecido de sus fans. Y eso que, en los poco más de 7 u 8 años de actividad con los Stones no se distinguió como compositor (al menos, no se le permitió por parte de Jagger y Richards) o con un peso especialmente importante en la banda a la hora de elegir el repertorio una vez pasados los años fundacionales y habiendo tomado el rumbo del grupo Mick y Keith. Además, siempre están presentes los aspectos oscuros de su vida, y sus excesos.
Pero tanto los fanáticos de los Stones como los del pop y el rock en general vemos a Jones como un excelente y versátil músico e intérprete, guía e inspiración de su grupo en los primeros años dominados por el R&B, capaz de adornar los mejores singles escritos por Jagger y Richards, aquellos de su período pop-art, con detalles de exotismo y psicodelia primeriza y dejando muestras de su enorme talento en sus años finales y en las pocas ocasiones que fue capaz de participar en las grabaciones de su grupo.
Y, además de todo eso, su figura e imagen, un icono de una época, de una música, un icono POP.

Y, además de todo eso, su figura e imagen, un icono de una época, de una música, un icono POP.
Lewis Brian Hopkin Jones, 1942-1969.
by David