lunes, 25 de mayo de 2009

WILCO EN TENERIFE

Jeff Tweedy, de Wilco, en su actuación del día 23 en Tenerife (foto perteneciente al periódico local La Opinión)
Honestamente, quizá no sea el más indicado para escribir unas palabras sobre la actuación del sexteto norteamericano el pasado sábado en el Auditorio de Santa Cruz de Tenerife, ya que apenas conozco la discografía y la música de este grupo. Sé de otros asistentes que de sobra conocen y siguen las andanzas de esta banda de rock, y de muchas otras cosas. Pero allí estuve el sábado para conocer mejor su música y atraido, sobre todo, por la tremenda fama que disfruta el grupo en determinados círculos.
Una fama justamente merecida, he de decir, tras lo vivido en una sala del Auditorio donde un excepcional sonido estuvo a la altura de lo ofrecido por
Wilco, un set de dos horas de duración (incluidos dos bises) con ejemplos del abanico de estilos e influencias que domina el grupo (aunque quizá poca presencia de sus propuestas más country rock). Momentos de descargas sonoras de gran intensidad se sucedieron desde el principio de la actuación siempre arropados por una afición entregada que ovacionaba los principios de los temas más esperados, fragmentos de especial intensidad (con especial querencia de la audiencia a aquellos en los que la distorsión y el ruido reinaban, los Wilco más psicodélicos y experimentales, frente a los más intimistas y melódicos; así somos aquí!) y finales de canciones.
He de decir que los seis miembros del grupo me parecieron unos virtuosos, unos músicos increibles capaces de entregar un directo vital pero en ningún momento deslabazado; reinaba el control y la precisión, se notan las horas de ensayo. Especiales fueron los momentos en los que un muro sónico y guitarrero se alzaba ante nosotros cuando en el escenario coincidían los tres guitarristas del grupo, y también cuando las canciones se beneficiaban de unas melodías a tres voces. A veces parecía que vivíamos momentos de ensoñación gracias a la iluminación del escenario, cuyo fondo adquiría un color único dejando las figuras de los músicos como siluetas en negro.
Los más fans del grupo seguro que se emocionaron; aquellos que lo son y que no vivieron el concierto seguro que así lo hubiesen hecho, como Luis de Benito y sus Islas de Robinson. Tengo la sensación de que fue un concierto único, de esos que marcan un momento en la historia personal de muchos de los asistentes; si los más jóvenes del lugar que vieron a Wilco en este 2009 sufren, gracias al concierto, unas desesperadas ansias por coger una guitarra y crear música en lugar de hacerlo con una computadora, es un logro atribuible a momentos como éste. Una música y unas vivencias que sólo un género como el rock y una banda como Wilco puede ofrecer.
by David

BOB DYLAN'S DAY

Un 24 de mayo de 1941 nacía Bob Dylan en Duluth, Minnesota. Una de las figuras del mundo del rock, el pop y el folk sobre las que más se ha escrito, debatido, peleado o amado su música, así que poco más puedo añadir yo, tan sólo destacar su tremenda influencia en la música popular de varias décadas (especialmente en los 60, que son nuestra especialidad), y que verle en un escenario en 1965, armado de una guitarra eléctrica, desplegando verborrea poética y manifiestos de rock'n'roll y al frente de los Hawks (luego conocidos como The Band) debía de ser algo tremendamente impactante e intimidante. No es de extrañar que toda una generación de jóvenes y de músicos se vieran abrumados e influenciados por tal colosal figura.

David

miércoles, 20 de mayo de 2009

GRACE OF MY HEART

En 1996 la directora Allison Anders nos entregó esta pequeña pero maravillosa película que destaca en un género no siempre agraciado con películas de la calidad esperada, este es, el del cine dedicado al pop y al rock.
En esta producción de la Universal, conocida también en España como Corazón Rebelde o De Éxito en Éxito, Illeana Douglas se pone en la piel de una compositora y cantante, menospreciada por su tradicional madre, que pretende triunfar con sus propias grabaciones, pero hasta que le llegue una oportunidad que se le resiste tiene que entregar sus canciones y su talento a otros artistas en la primera mitad de los años 60, pasando por multiples peripecias vitales hasta el final de la década, en una narración en la que la música es tan importante para la vida de los personajes como sus propias vivencias personales y sentimentales.
Este personaje, Grace, es un claro trasunto de la compositora Carole King, pero no se trata de una fiel biografía de la misma, ya que los autores de la obra adornan su vida con personajes y vicencias presentes en los 60 pero no en la historia personal de Carole King, como su matrimonio con un genio del pop surfero (un sosias de Brian Wilson interpretado por Matt Dillon) que ambiciona crear una obra definitiva y excéntrica en un proceso que acabará destruyéndolo, pese a la admiración que recibe y la "ayuda" de psicoanalistas especializados en estrellas del rock.
Su alianza amorosa y creativa con Gerry Goffin sí que está presente en la película, así como su trabajo en una de las más afamadas factorías del pop, el edificio Brill, sus composiciones y producciones para grupos que podrían ser identificados con las Shirelles, los Drifters, Lesley Gore o los Everly Brothers, su trabajo en equipo con Ellie Greenwich (Patsy Kensit en la película) y su propia carrera en solitario.
Precisamente, ese es el único punto débil de la película; no incluye la música original de esos artistas ni de esa época, y se nutre únicamente de composiciones hechas a propósito para el film. No son malas canciones, pero la diferencia con los originales es abismal. Es un problema endémico de las películas sobre el pop el hecho de que las canciones que pretenden emular a las de una época pasada no las logran igualar ni en sonido, estructura, ambiente o, lo más importante, espíritu. Destacan, pese a todo, la balada de pop 50's My Secret Love que interpreta la pseudo-Lesley Gore, Take A Run At The Sun, extravagancia surfera de J Mascis de Dinosaur Jr. que se pone incluso en la piel de ingeniero a las ordenes de Matt Dillon, y la colaboración entre Burt Bacharach y Elvis Costello en la estremecedora God Give Me Strength. Y es que Burt Bacharach, además de ser un gran músico, estuvo allí, que es lo cuenta!
A destacar la excelente interpretación de John Turturro como svengali del pop (hilarantes sus escenas como visitante a una comuna hippie) en una película adorable que merece reiterados visionados.

by David

viernes, 15 de mayo de 2009

HIPOCONDRIAMODS RECORDS: MOD REVIVAL

Llegamos al fin de semana con un nuevo recopilatorio, surgido en el foro de HipocondriaMods, repleto de los sonidos de uno de los estilos más energéticos y vigorosos dentro del amplio abanico de músicas que podemos encuadrar dentro de la escena mod: el Revival Mod.
Nada menos que 30 temas con ejemplos que abarcan desde los iniciadores del género, The Jam, pasando por otros de los principales exponentes del mismo (aparte del trío liderado por Paul Weller) como The Lambrettas, Squire, Secret Affair, Chords, llegando a la segunda hornada de grupos más adentrados en la década de los 80 (Truth, Prisoners) sin olvidarnos de las rarezas que siempre están presentes en estas recopilaciones.
Lo dicho, música ideal para el fin de semana!


martes, 12 de mayo de 2009

THE MYSTREATED

Corría el año 1996 y estaba empezando a ser un demente coleccionista de discos. Con el poco dinero del que disponía tenía que seleccionar muy bien aquellos artefactos que compraba, y pese a algunas meteduras de pata solía ir sobre seguro.
Con este grupo hize una excepción, ya que nunca los había escuchado. Pero las buenas referencias del catálogo que consultaba (Butterfly Records) y su estupenda portada me hicieron decidirme por éste disco, su 10" THIS IS... THE MYSTREATED (Twist Big 8) y por otro más del mismo grupo, un EP de cuatro canciones, LIVE AT THE BBC (Twis 18). Imaginad ahora lo que tal avalancha sónica pudo afectar a tan joven e impresionable cerebro cuando los escuché por primera vez... Desde ese momento decidí que una banda sixties actual debería sonar así. Otra cosa son los grupos actuales influenciados de alguna manera por los 60 pero que adoptan un sonido contemporáneo. Hoy en día, sigo pensando en gran medida de la misma manera.
Aún hoy éstos son los dos únicos discos que tengo del grupo, pero siguen siendo dos grabaciones impresionantes, sobre todo el 10", producido por el mago del sonido monoaural Liam Watson (responsable entre muchas otras cosas de varios discos de Doctor Explosion) en sus estudios de Toe Rag en enero de 1996. El grupo, formado por Dom Bennett, Mole, Martin Ratcliffe y Huw Walters, conseguía un sonido denso, comprimido pero natural, agresivo a más no poder con un estilo genuinamente garagero pero con fuertes dosis de un folk rock oscuro, siendo un referente del grupo los primeros discos de los californianos Love.
Contundentes ejemplos del sonido de los Mystreated en este disco son el primer corte del mismo, Be In Control (or Being Controlled?), Scene & Herd, Set In Stone y The Reasons Why (estas dos últimas, las más cercanas a los Love).
Su 7" grabado en la BBC, el 19 de diciembre de 1994 en el show de Mark Radcliffe de Radio One, nos muestra a una banda aún más directa, agresiva y arrolladora, sus canciones interpretadas sin dar un respiro, menos pulidas y aún más cercanas a un posicionamiento garagero.
Sólo me quedaba una duda respecto a The Mystreated y su legado posterior. Y era si había alguna conexión con The Embrooks, banda también totalmente recomendable pero de un posicionamiento más cercano al freakbeat y al pop psicodélico inglés (y que tristemente ya tampoco existe). En ambas bandas había un componente apodado Mole, y en los créditos de ambos grupos figuraba un tal Lambert como compositor. Otro dato del que me percaté es que en las carpetas de los discos de los Mystreated las fotos estaban realizadas por una dama, Lois Tozer. En los Embrooks, la batería estaba a cargo de la señorita Lois Tozer. Et voilà! Pero ahora que lo pienso, hubiese terminado antes buscándolo en internet...
Toda la discografía de The Mystreated se puede consultar aquí.
By David

viernes, 8 de mayo de 2009

EL DISCO DE LA SEMANA






PROCOL HARUM: Shine On Brightly (Regal Zonophone, 1968; reeditado en cd en multiples ocasiones, la última por Salvo Records, 2009)
Si algo somos en Making Time, eso es fans de Procol Harum, así que vuelvo a destacar un disco de ellos, como ya hize hace un tiempo. Y si fuera necesario, lo haría todas las semanas!
En esta gozosa ocasión nos ocupamos de su segundo disco, SHINE ON BRIGHTLY, grabado entre 1967 y 1968, y publicado a finales de ese año. Debido a ello, podemos apreciar pequeñas diferencias entre las canciones del disco, pero eso en el caso de Procol Harum no supone ningún tipo de problema, ya que su sonido es altamente característico en cualquiera de sus épocas, lo que es de agradecer, ante otros grupos que en cada canción querían abordar un estilo distinto, en muchas ocasiones de forma fallida o al menos poco acertada.
C
on el grueso del material compuesto, como siempre, por la pareja de Gary Brooker y el letrista Keith Reid, SHINE ON BRIGHTLY disfruta de una cara A integrada por una colección de canciones asombrosa, muy superior en conjunto al primer disco en su totalidad (imprescindible también, por cierto), melodías que se asimilan de inmediato, arreglos procolharumnianos de inspiración clásica y psicodélica en los que la interacción del piano de Gary Brooker y el órgano de Matthew Fisher brillan como nunca, letras como siempre enigmáticas o simplemente incomprensibles, y también dosis de humor. Y es que aquellos grupos que tienen sentido del humor y que a veces no se toman muy en serio a ellos mismos son nuestros favoritos. Sí, como Procol Harum. Y en canciones como Skip Softly (My Moonbeams) (con sus extraños coros) y Magdalene (My Regal Zonophone) (era el sello discográfico del grupo, Regal Zonophone, además de las trompetas del tema, interpretadas SIN TROMPETAS), demuestran ese sentido del humor.
Grandes dosis de épica, escalas ascendentes y destelleantes riffs de órganos y de guitarra nos encontramos en Quite Rightly So, Shine On Brightly o Rambling On, mientras que en Wish Me Well el grupo expone un primer ejemplo de canciones de instrumentación más acústica e inspirada en el blues, con lucimiento de Robin Trower a la guitarra (así como en Skip Softly, donde su guitarra es aún más poderosa en viajeros pasajes). Más ejemplos de este tipo de composiciones aparecerán en sucesivos álbumes del grupo.
LÁSTIMA de la cara B del disco, un amalgama experimental que ocupa toda su extención donde la psicodelia, cierto orientalismo y un incipiente progresivismo copan un espacio que podría haber estado ocupado por más canciones como las de la cara A. Pero era el signo de los tiempos, y Procol Harum no eran el primer grupo que intentaba piruetas musicales como ese In Held Twas In I de más de 17 minutos.



David