Junto a los discos se incluye un DVD con el documental que se rodó durante el concierto con una selección de canciones del mismo aparte de multitud de imágenes de los Merry Pranksters y de la audiencia, por supuesto. Todo un retrato del hippismo de principios de los 70, la vida comunal y los Deadheads, bastante a menudo desprovistos de cualquier ropa. Es una bella pieza con el típico ritmo y montaje saltarín y descentrado de la época en casi cualquier documental y film relacionados con la música, y muchas veces más centrado en lo anecdótico que en la actuación y la música.
En cualquier caso su visionado es toda una experiencia y es emocionante y excitante ver a los Grateful Dead en plena forma, además de que reafirma mi teoría de que tocar en un concierto con una camiseta de tu propio grupo es un momento que trasciende cualquier noción de lo cool (que se lo digan a Phil Lesh y a Bill Kreutzmann) y gracias a él podemos comprobar que era un momento histórico en el que, en términos de estilo hippy y roquero, el seguidor de a pie le había robado el puesto a los propios músicos, como se puede comprobar en los títulos de crédito finales a ritmo de Greatest Story Ever Told. Los roadies, cámaras, técnicos, etc. están, más que la banda, a la última estéticamente!
David