viernes, 29 de octubre de 2010

EL DISCO DE LA SEMANA

THE PENTANGLE: Basket of Light (Transatlantic, 1969; reedición en cd de Sanctuary Records, 2006)
Nada mejor para escuchar en estos días festivos que folk inglés, pero del que nos gusta por aquí, el folk enriquecido con esas nuevas músicas que extravagantes hippies se atrevieron a abordar sobre todo a partir de la segunda mitad de los sesenta, folk agitado por el rock, con mentalidad en ocasiones pop en intentos loables de asaltar las listas de éxitos, a menudo espolvoreado con diversas sustancias que le otorgaban ese aire ensoñador, ácido, místico y, en definitiva, psicodélico.
Y los Pentangle fueron, ciertamente, uno de sus máximos representantes, y este BASKET OF LIGHT una de sus más tremendas producciones. Quizá la mejor, y en efecto la que mayor aceptación comercial tuvo. Producido magistralmente por Shel Talmy (un personaje de la industria destacadísimo y que no suele ser asociado con estos sonidos, sino con cosas definitivamente más ruidosas e inmediatas como los Kinks, los primeros Who y muchos, muchos más), el disco enarbola orgullosamente en su carpeta que todos los instrumentos usados en el mismo son acústicos, algo que ni mucho menos le aporta languidez ni le resta energía ni una modernidad bien entendida aplicada a viejos tradicionales.
Desde el primer corte, Light Flight, ya tenemos ese cruce de guitarras característico a cargo de John Renbourn y Bert Jansch y el alocado dinamismo controlado de la sensacional base rítmica compuesta por Danny Thompson al doble bajo y Terry Cox a la batería además de, por supuesto, la encantadora y característica voz de Jacqui McShee. No digo nada nuevo si proclamo que ella y Sandy Denny fueron las voces femeninas por excelencia del folk-rock británico. Este tema fue muy popular ya que sirvió de sintonía a una serie de la BBC llamada Take Three Girls.
Once I Had A Sweetheart es el primer tema tradicional que la banda incluye en el disco, y su ambiente encantador y casi hipnótico es debido en mucho al glockenspiel interpretado por Cox (instrumento de percusión compuesto por láminas metálicas que imita el sonido de campanillas), la voz doblaba de McShee y el sitar de Renbourn, ejemplo de esa modernidad y esos aportes externos al folk tradicional del que hablaba antes. Springtime Promises, cantada por Jansch, es evocadora a más no poder de la estación de la que habla el título, la Primavera. Música mágica.
Una especialidad de los Pentangle fueron las canciones tradicionales que versaban sobre temática más bien oscura y trágica, como este Lyke-Wake Dirge, canción sobre el viaje del alma tras la muerte, cuyos versos interpretados a tres voces nos transportan unos siglos atrás en el tiempo, al igual que Hunting Song, magnífico ejemplo de un tema que, compuesto en 1969, intenta emular músicas británicas tradicionales.
Train Song es una de las grandes composiciones propias del grupo, emulando con su ritmo y su progresivo avance, a través de los instrumentos y las voces, el rodar de un tren, en los momentos más trepidantes de la canción, llena de matices y de cambios melódicos en los que sobresale los apuntes al bajo de Thompson y la voz de McShee.
Sally Go Round The Roses es una sorprendente versión de una canción de un girl-group, The Jaynetts, que los Pentangle llevan hábilmente a su terreno. Finalizan el disco dos temas tradicionales, The Cuckoo y House Carpenter, cuyo protagonista es nada menos que el Diablo. En ella hace aparición de nuevo el amado sitar, convirtiendo en una joya psicodélica una canción popular británica que los Pentangle recogieron a través de su posterior conversión en una balada sureña norteamericana, de ahí la presencia del banjo.
Un disco muy apropiado para estos días y que podría servirnos para conjurar la ansiada llegada del otoño, tranquilo y gris matizado de colores de hojas caídas, un otoño de aires británicos, y que finalize este verano que parece interminable...
by David



martes, 26 de octubre de 2010

HA FALLECIDO REG KING

Tras algunos rumores en internet, tristemente se ha confirmado la noticia. Reg King, cantante de The Action, falleció el pasado 8 de octubre por culpa del cáncer a la edad de 65 años.
Reg King (en la foto, en el centro) fue uno de los grandes vocalistas británicos, su prestigio y fama imperecedera obtenida gracias a sus grabaciones con The Action (en realidad, no muchas; unos cuantos singles y unos cuantos más temas que quedaron inéditos y que se fueron recuperando a lo largo de los años) y a su único disco en solitario editado en 1971. Pero, sin duda, uno de los shouters más destacados de su generación, con un gran sentido de la melodía y con dominio de muchos registros que le hacían destacar de entre la mayoría de voces destacadas del Swinging London.
Pero los Action fueron -y siguen siendo- una banda trascendental. Formaban parte de la segunda hornada de grupos británicos surgidos en la década de los 60, y sus influencias iban más allá del trillado R&B y blues norteamericano y se fijaban con devoción en el soul y el pop-soul de Motown, con un repertorio de versiones y de brillantes composiciones propias. Su sonido, nuevo, excitante y espléndidamente ejecutado, y su impecable imagen triunfaron en los clubs mods entre 1965 e inicios de 1967, aunque sus discos no llegaron a obtener el éxito que realmente merecían, a pesar de contar uncluso con el aval de la producción de George Martin. Esas canciones, excelsas, conforman
una colección que deja sin aliento.


Poco antes de abandonar a los Action, éstos se acercaron al pop con leves tintes psicodélicos en detrimento de su orientación más soul, de los cuales esta joya, Shadows and Reflections es una buena muestra, aparte de la colección de canciones que quedaron sin publicar hasta que se recuperaron en el disco Rolled Gold.


David

HIPOCONDRIAMODS RECORDS: 60's SKA

Un nuevo recopilatorio nacido del foro Hipocondriamods, esta vez dedicado al ritmo proveniente de Jamaica que empezó a propagarse fervorosamente por los clubs londinenses durante los primeros años 60 como nuevo estilo para bailar adoptado por los mods.

En este recopilatorio, de nuevo, me abstengo de participar para dejar a los verdaderamente conocedores del tema que nos deleiten y, en mi caso, me enseñen acerca de un estilo musical del que soy un absoluto desconocedor.
Veintiocho temas que vienen a conformar una introducción perfecta en el Ska de los 60, en una selección rigurosa y concienzuda en la que recopilar única y exclusivamente Ska original era el objetivo, sin adentrarse en posteriores evoluciones de la música popular jamaicana como podrían ser el Rocksteady o el Reggae. ¡A disfrutar!


jueves, 21 de octubre de 2010

MANFRED MANN!

Hoy es el cumpleaños de uno de esos héroes de siempre, uno de los músicos con una imagen más icónica de la escena pop de los años 60 y un tipo de impecable carrera musical.
Manfred Mann nació el 21 de octubre de 1940 y fue uno de esos emigrantes que triunfaron en el Swinging London (nació en Sudáfrica) con el grupo que lleva su mismo nombre nada menos que desde la primera oleada del beat y de la British Invasion (de 1962, nada menos, datan sus primeras grabaciones) hasta finales de la década, adaptándose hábilmente a una escena rica, cambiante e imaginativa como pocas.
Manfred Mann, liderados por el talentoso teclista, fueron de las bandas pioneras del R&B británico, pioneros en versionear a Bob Dylan y acercar sus canciones al mundo del pop más accesible y tras varios cambios en su formación se convirtieron en una máquina de pop primoroso con leves toques psicodélicos a partir de 1966. Ésta es una de mis favoritas de esa etapa, My Name Is Jack.


Pero ahí no acabó todo, ya que en los 70 la banda mutó, primero transformándose en Manfred Mann Chapter Three y luego en Manfred Mann Earth's Band, acercándose al rock setentero y al progresivo, con temas como éste Blinded By The Light de 1976 que, ¿quién no conoce?


¡Felicidades Mr. Mann!
David

miércoles, 20 de octubre de 2010

EL DISCO DE LA SEMANA

THE EASYBEATS: Volume 3 (Albert, 1966; reeditado en cd por Repertoire Records)
Aaah, Australia, hogar de estupenda música pop a lo largo de las décadas, el Shangri-La de los Kinks, y lugar de origen de uno de los grupos más originales y apreciados de la década de los 60, los Easybeats.
Siendo sincero, no colocaría a los Easybeats entre mi top de los mejores, pero estarían a punto de entrar en él, y por muy poco. Curiosamente fue uno de los primeros grupos de los que completé su discografía al poco tiempo de empezar a coleccionar discos, en primer lugar tras empaparme de un artículo biográfico escrito por Alejandro Díez-Garín (Los Flechazos, Cooper) en un número de su fanzine Pussycat, y es que sus producciones siempre tienen un toque especial y adictivo sobre todo conforme avanza la década de los 60.
Éste fue su último álbum compuesto y grabado en Australia y producido por Ted Albert antes de viajar en busca del éxito internacional a Inglaterra y ponerse en manos del productor Shel Talmy, un viaje decisivo ya que en él se gesta el gran disco de los Easybeats, FRIDAY ON MY MIND (Parlophone, 1967), pero confieso que este VOLUME 3 es, aparte del citado FRIDAY, mi favorito de la banda, un paso adelante del beat que impregnaba sus dos primeros álbumes y un adelanto de las cosas que estaban por llegar (influencias R&B y de los Who, psicodelia primeriza, etc.), todo ello ejecutado con una asombrosa energía en unas composiciones magníficas, a pesar de que el peso compositivo aún recaía en la pareja del cantante Stevie Wright y del guitarrista George Young antes de que esta responsabilidad pasase a manos de este último junto al otro guitarrista, Harry Vanda, un hecho trascendental que sucedió, de nuevo, en el disco FRIDAY ON MY MIND.
Todo arranca con la tremenda Sorry, un pildorazo de guitarra cortante, coros histriónicos (nada de dulces y empastadas voces las de estos chicos...), la pujante batería de Snowy Fleet... todo un ejemplo de esa extraña pulsación de las canciones de los Easybeats de la que hablaba Alejandro Díez en su artículo. Funny Feelin' sigue la misma línea con una guitarra muy de los Who de la época (pienso en A Legal Matter), así como la estupenda y bailable You Said That con un irresistible ritmo y palmas.
Say You Want Me es una balada beat al igual que Dance of the Lovers, esta última adornada con órgano, toda una novedad en un grupo eminentemente de guitarras.
Goin' Out of My Mind es toda una precursora de su producción a partir de 1967, con una entrada, de nuevo pulsante, en la que parece que la canción va a salir propulsada la canción a toda velocidad pero de repente nos encontramos con una melodía ralentizada y amenazadora, toda una lección a aprender por cualquier aspirante a banda de garage. Y es que en este disco los Easybeats nos ofrecen algunos pildorazos dignos de ser considerados garage nuggets, como
Not In Love With You y Promised Things y sus duras guitarras, melodías irresistibles e interpretación vocal amenazantes.
The Last Day of May es un extraño experimento dramático, casi una raga con los extraños coros del grupo que se convirtieron en un elemento típico de muchas de sus producciones. La única canción no compuesta por Wright y Young es Today, del batería Snowy Fleet, un buen tema de aires R&B con piano a lo Nicky Hopkins incluido. Y si hablamos de R&B no podemos dejar de mencionar dos temas frenéticos y divertidos, My My My y What Do You Want Babe.
Para cerrar el LP, el folk rock de aires californianos de Can't You Leave Her que nos puede dar una pista de que en esos momentos los Easybeats estaban escuchando los primeros discos de los Byrds.
Luego vendrían en la carrera del grupo los discos FRIDAY ON MY MIND, VIGIL (1968) que tenía buenos momentos pero acabó siendo un proyecto errático por sus excesivas pretenciones y la extraña mezcla de canciones y estilos (las versiones elegidas sólo pueden calificarse de bizarras) y el absolutamente fallido FRIENDS (1969), aparte de la estupenda recopilación de rarezas THE SHAME JUST DRAINED (1977), pero este VOLUME 3 es un punto álgido en su carrera.
Como en todas las ediciones de Repertoire de discos de los Easybeats, éstos se completan con multitud de bonus tracks, algunos temas primerizos, versiones alternativas de otros... tanto cosas aprovechables como otras que no, pero interesantes al fin y al cabo. En todo caso, VOLUME 3 es un disco inmediato (ninguna canción supera los tres minutos), encantador y de pop intachable. ¡Una gozada!
by David



viernes, 8 de octubre de 2010

JOHN ENTWISTLE

En Making Time no olvidamos a nuestros héroes, y menos si se trata de uno de los componentes de uno de nuestros grupos favoritos. John Entwistle hubiese cumplido mañana, 9 de octubre, 66 años si no nos hubiese dejado en 2002.
Nuestro pequeño homenaje al BAJISTA del rock y del pop con una canción que no es suya pero en la que el bajo es casi tan importante, o más, que la guitarra, Happy Jack.
¡Te recordamos, Boris the Spider!
David


EL DISCO DE LA SEMANA

PROCOL HARUM: Grand Hotel (Chrysalis Records, 1973; reedición en cd digipack por Salvo Records)
Últimamente estoy algo ausente de este blog pero regreso con unos favoritos e, indiscutiblemente, uno de sus mejores discos. Realmente, Música Importante, y muy apropiada para agradecer a todas las amigas y amigos de Making Time su seguimiento y, gracias a todos, haber llegado a las 25.000 visitas a este blog.
GRAND HOTEL supuso para los Procol Harum un paso que afianzaba su carrera en un momento que para otras bandas podría suponer un descalabro: el abandono de su genial guitarrista, Robin Trower, e incluso de su sustituto, Dave Ball, establecerse como un poderoso grupo en su nueva compañía discográfica (Chrysalis) y el reto de mantener el prestigio -y las ventas- tras un disco tremendamente exitoso, el directo PROCOL HARUM IN CONCERT WITH THE EDMONTON SYMPHONY ORCHESTRA (1972).
Pero los Procol Harum siempre contaron con una dirección honesta, fiel a su estilo y firme de la mano de Gary Brooker, un tipo con un talento excepcional y la seguridad de poder mantener a los Harum en la élite del rock durante la exigente y al mismo tiempo extravagante década de los 70. Y a fe mía que lo consiguió; para ello, además, contaba con poderosas armas a su disposición: BJ Wilson a la batería, Alan Cartwright al bajo, Chris Copping al órgano, el eterno letrista surreal y extravagante, y alma de la banda, Keith Reid y un nuevo y muy potente guitarrista, Mick Grabham, antiguo miembro de la banda de pop psicodélico Plastic Penny y cuyo estilo se acercaba enormemente al de Trower pero aún más agresivo.
GRAND HOTEL, envuelto en una portada impagable, recupera el estilo más característico de Procol Harum, canciones épicas y dramáticas en su concepto sonoro al recurrir a estructuras y arreglos propios de la música clásica, y alejándose un tanto de su anterior trabajo en estudio, el estupendo BROKEN BARRICADES (1971) en el que rompían en parte con esa forma de trabajar y que tanto sorprendió a sus seguidores. Así es en el tema que da título al disco, Grand Hotel, canción algo meliflua pero de interesante letra sobre la decadente pero suntuosa vida en un hotel de lujo. Grand Hotel, que ingresó en el repertorio de las favoritas para los fans, se ve mejorada por todos los demás cortes del álbum: la trepidante Toujours l'Amour que por su energía perfectamente podría haber sido incluida en su tercer LP HOME (1970), A Rum Tale, otra melodía inolvidable comparada a Homburg, la irónica TV Caesar y su lujosa orquestación con cascadas descendentes de sonido de órgano, la extravagante y casi totalmente acústica A Souvenir of London, el retorno al drama y la profundidad sonora, como en composiciones anteriores de la talla de Whaling Stories y A Salty Dog, de For Liquorice John, una triste oda a un amigo del grupo que poco antes se había suicidado.
El álbum se cierra con el clacisismo de Fires (Which Burnt Brightly) y la cierta experimentación (claramente es una canción fuera de los cánones habituales del grupo) de Robert's Box, algo similar a Boredom, de su HOME.
Además de todo eso, y sin duda, el disco contiene uno de los grandes temas de los Harum, un favorito de los seguidores del grupo y de la propia banda desde entonces, el agresivo Bringing Home The Bacon, una auténtica gozada que utilizaría la banda para abrir sus conciertos tras la publicación de este GRAND HOTEL.
La cuidada edición en cd de Salvo Records incluye como bonus y para alegría de todos los fans, sendas tomas primigenias, rudas y sin los arreglos posteriores (y con Dave Ball a la guitarra) de Grand Hotel y Bringing Home The Bacon. Imprescindible.
by David