jueves, 30 de marzo de 2017

FOGBOUND... PSICODELIA Y FREAKBEAT DEL SIGLO XXI PARA ATRAVESAR LAS NIEBLAS DEL PRESENTE! SU PRIMER LP!!!

La capacidad para asimilar sonidos, ambientes, intenciones, estructuras melódicas y ensamblaje instrumental de cierto estilo y/o período musical para luego crear algo nuevo no es cosa sencilla. De hecho diría que está al alcance de muy pocos elegidos que nos han continuado alegrando la vida y aportando la intensidad y la emoción que sólo la música puede proveer en los sucesivos revivals de los 60, normalmente a nivel underground, que se han sucedido desde los años 80.
Y Fogbound son de esos grupos que no hay que dejar pasar ya que nos regalan el volvernos a encontrar con nuestros estilos musicales y estéticos favoritos junto a excitantes canciones de nuevo cuño que añadir al canon. ¡Escuchando su LP de debut sentí una euforia y arrebato por la música similar a cuando, con catorce años, ponía a todo volumen a los Small Faces en mi habitación y descubría todo ese espectro de sonidos en tecnicolor! Fabio Mahía (guitarra y voz), Borja Fernández (bajo), Fernando G. Vilaboy (teclados) y Pablo 'Pibli' González (batería, coros) lo han logrado y sólo puedo estar agradecido con ellos por eso.
Y es que Fogbound se califican a ellos mismos como una banda de freakbeat del siglo XXI, pero con su colección de singles totalmente agotados, y su muy esperado primer LP que ha corrido la misma suerte en la web de John Colby Sectsold out en menos de un mes!), nos demuestran que son mucho más y que asimilan como pocos las más interesantes influencias del pop de los 60. Por cierto, para conseguir una copia de este artefacto de tirada limitada tendréis que acudir a un concierto del grupo, adquirirlo de forma digital en el bandcamp o buscar en algunas de estas tiendas online.
Tras muchas escuchas me he atrevido a ensamblar este análisis del disco, y es que no quería dejarme nada sin reflejar. Como siempre, no seré capaz de expresar todo lo que quiero decir sobre cada canción, y ni siquiera utilizaré los conceptos correctos, pero no me duelen prendas al confesar que me dejo llevar por el entusiasmo con este tipo de artefactos que tanto amamos los devotos de la secta de los sonidos ácidos y las vibraciones de colores!
Sumerjámonos en la niebla: Gazin At My Grave abre el LP con su intro de teclados casi progresivos, tétricos en cierta medida, con una textura a lo Crazy World of Arthur Brown y que preceden a un asalto de hard driving 60s rock a toda mecha con guitarrazos, teclados y batería desaforada. ¡Bien es decir poco! Feeling Like A Greyhound me recuerda con sus teclados psicodélicos a Keith Emerson del período de los Nice en una pieza más relajada, con ecos de los July, Small Faces... 
Eternal Promise está protagonizada por la guitarra que recuerda al hard freakbeat de los Open Mind; la ambientación psicodélica resuena en toda la pieza a lo que contribuye el efecto de eco en las voces. El Mellotron hace su aparición triunfal en Jane In The Shade, un mid tempo de ambiente sonoro denso dominado por el trasfondo del citado instrumento, con una estructura beatlesca circa 1967, adornada con celestiales estribillos y punteos de guitarra finales harrisonianosWhimsical Girl y su guitarra levitativa que planea sobre el teclado y la base rítmica es una composición con profundo ambiente de popsike gracias a las voces etéreas que combinan majestuosamente con el teclado en el estribillo y su sensacional coda instrumental con dura guitarra.
Edward Devine arranca la cara B, canción avanzada por John Colby Sect antes de la salida del LP y que supone uno de los momentos definitivos y definitorios del mismo. De ella repito la descripción que hice en su momento, si me lo permitís: arranca a mil por hora con un órgano incendiario acompañada del resto de la expansiva instrumentación de Fogbound y a continuación aparece la voz arropada en eco, todo ello derivando hacia un éxtasis de tape flanging. Ecos de The Attack, Elmer Gantry's Velvet Opera y de los Open Mind resuenan en esta fantástica pieza que solo vuelve a demostrar el enorme talento de Fogbound y su amor por el freakbeat y la psicodelia primeriza. En resumen... ¡una puñetera maravilla!
Con Arrogant Splendour vuelven a resonar en mis oídos ecos de los Nice por los arpegios del teclado en una luminosa y alegre pieza a la par que contundente en lo instrumental, recordándome también a un referente más cercano, la Elephant Band, y es que el propio Fernando Vilaboy formó parte de aquel grupo.
Foto de Sandra Mg extraída del facebook de Fogbound
Emotional Blackmail, otra canción que ya conocíamos con su comienzo que nos pone en la pista de temas como los de Garden Odissey Enterprise y sobre todo The Attack, y que se desarrolla a través de voces y ambiente beatlesco del año 67, con teclados incisivos marcando la melodía sobre una estricta instrumentación hasta que cae una cascada psicodélica en los estribillos. Run Off The Groove arranca con unas líneas de bajo de funk sesentero y freakbeatero con mucho groove en una pieza que perfectamente podría haber formado parte de un oscuro recopilatorio como We Can Fly o de una selección de Rob Bailey, voz de nuevo bañada en tape flanging y efectos psicodélicos al final de los coros, perfecta antesala del último corte del LP, Imagine The End, composición que va a toda pastilla para terminar, hard rock sesentero a lo Attack, Open Mind o primeros Deep Purple!
Un disco prodigioso para estos tiempos convulsos, repleto de los sonidos que más nos gustan aquí en Making Time. Y no había comentado nada aún de su preciosa, colorida y psicodélica portada, y el insert que la acompaña conteniendo las letras de las canciones. Todo un regalo para el fan del popsike, el freakbeat y el rock psicodélico. ¡Es delicioso estar atrapado en esta niebla..!
David 

lunes, 20 de marzo de 2017

EL DISCO DE LA SEMANA

DARYL HALL / JOHN OATES: War Babies (Atlantic, 1974; reedición en CD digipack, 1998)
No solo de psicodelia vive el hombre, y 2016 fue el año en el que me convertí en fan de Hall & Oates. Por motivos que no vienen al caso me vi sumergido en el catálogo de canciones del dúo, desde el blue eyed soul de sus inicios pasando por sus discos imbuidos en pop de la New Wave hasta llegar a algunos de los ejemplos más prístinos de pop ochentero comercial. Todo muy rico, oigan.
Pero Daryl Hall y John Oates hacen su primer aparición en el blog con una pequeña rara avis en su discografía, la primera huida del canon de suave pop y blue eyed soul de sus dos primeros LPs (para disgusto de sus primeros fans) para elaborar un disco más orientado al rock con abundantes momentos de experimentación en la producción cortesía de un viejo colega de de Philadelphia de Daryl Hall, el genial mago de los estudios Todd Rungren, a wizard, a true star!
Rundgren aporta instrumentación además de multitud de trucos de estudio para el sonido del disco, y aunque se aprecio el elaborado trabajo de Todd curiosamente el sonido global del disco parece algo apagado, le falta brillo, en parte compensado por la curiosa y original estructura de unas canciones que poseen al mismo tiempo un gran poder atrayente y que recorren diversos estilos muy en boga en los 70. Pero el espíritu progresivo que había atrapado al genio de Philadelphia y que le llevó a formar a los Utopia, que participan en el disco, se deja nota y mucho en esta etapa de Hall & Oates.
Can't Stop the Music (He Played It Much Too Long) abre el disco y recuerda a los Rascals por su brío y sus inflexiones vocales. En ella encontramos los primeros experimentos en el estudio como el elaborado enlace con Is It a Star, pieza caracterizada por los juegos vocales propios del grupo y un espíritu más soulful pero con intención más progresiva, con guitarrazos de Rundgren que se pierden en el espacio, una elaborada parte instrumental con guitarras y sintetizadores y una coda reverberante e intrincada.
Beanie G. And the Rose Tattoo aborda un sofisticado pop rock con un pie en el blue eyed soul, de inventiva estructura similar a los Steely Dan en esos mismos años, y predecesor del sonido de los Doobie Brothers en la etapa de Michael McDonald. You're Much Too Soon es agradable y preciosista soft pop similar al de Todd Rundgren, que a su vez sigue la línea trazada por Carole King por cierto, con una excelsa interpretación vocal de Daryl Hall sobre todo en la extasiante coda en la que se entrelazan varias pistas vocales.
70's Scenario presenta un piano y un sintetizador que sirven de colchón para la voz de Hall hasta que entran el resto de instrumentos en una pieza de pop progresivo con puente instrumental muy propio de los Utopia de Rundgren. War Baby Son of Zorro es otra muestra de extraño acompañamiento instrumental para las voces souleras de Hall & Oates, con especial mención al bello aporte del clavinet.
I'm Watching You (A Mutant Romance) disminuye las revoluciones aportando Rundgren un telón de fondo con efectos vintage de sintetizador hasta que la pieza arranca briosa y animadamente con un sonido precursor de la New Wave, un pop arriesgado en la que quizá sea la pieza menos asimilable de inmediato para el oyente hasta que, de pronto, arrancan unos I'm Watching Youuuuuuuu celestiales hasta el final de la misma. Pura genialidad.
Better Watch Your Back es pop de orientación más comercial y animada base rítmica, con cierto aire latino, juguetona guitarra y bajo, y jubilosas interpretaciones vocales. Casi con un ojo puesto en los ingleses 10cc. Screaming Through December parece una pista de un disco de Elton John de los 70 con su protagonismo del piano, aire de singer-songwriter y airada voz de Hall hasta metamorfosearse en rock progresivo experimental, y para terminar, Johnny Gore And The "C" Eaters que es enérgico rock, ya totalmente olvidado el soul a estas alturas del disco, con afilada guitarra con influencias glam, muy claramente de Bowie y Mott The Hopple.
Hall y Oates no solo abordaron un cambio estilístico en sus canciones con este disco, también se alejaron momentáneamente de su estilo lírico más usual con letras autorreferenciales al entorno musical y a su generación (de ahí el título). Eso, junto a cierta querencia por el glam y el rock teatral y progresivo, la participación de Rundgren y sus acrobacias sonoras en el estudio hacen de WAR BABIES un disco único dentro del catálogo de sus creadores y una perfecta muestra de artefacto sonoro de mediados de los setenta, asimilable pero al tiempo con cierto nivel de riesgo.
David