viernes, 23 de febrero de 2018

¡EL PRIMER LP DE LOS MODERNOS: DOS MINUTOS!

No abundan ahora mismo en este país grupos mods. Sí, hay estupendas bandas de garage, de rock 60s y 70s, incluso de freakbeat y psicodelia, pero es más difícil de encontrar un grupo mod fiel a sus coordenadas estéticas y musicales, tanto lo que entendemos como las pertenecientes a la primera oleada mod de la década de los 60 (R&B y modern jazz), como a la segunda generación de excitantes combos que los mods hicieron suyos (Small Faces, Creation, Smoke, Motions, etc.) y por supuesto al Revival de finales de los 70 amparado bajo el ala del punk.
En esta última corriente es en la que podemos encuadrar a una de las formaciones que vienen a mantener encendida la antorcha del modernismo con su primer larga duración, DOS MINUTOS, publicado por Clifford Records. Su música, power pop de mensajes claros e inmediatez eléctrica; su procedencia, por supuesto, León, que alberga una de las más ricas tradiciones modernistas en este país; su nombre, más apropiado imposible, Los Modernos; y sus componentes Maxi Booguie a la voz y guitarra, Héctor Escobar, bajista y coros de los primeros e históricos Flechazos, al bajo, y Conrado Martín, jovencísimo y espectacular batería, cabeza visible de una nueva generación mod.
Alex Cooper ha escrito la presentación del grupo y del disco, y poco más puedo añadir yo a tan acertadas consideraciones del mítico músico así que las reproduzco a continuación.
Eso sí, no puedo dejar de destacar lo mucho que he disfrutado escuchando el disco, el soplo de aire fresco cargado de influencias de, por ejemplo, Los Flechazos y de power pop para la escena y el alucinante final del mismo, y es que Los Modernos se guardaron lo mejor para el final y enlazan cuatro canciones de aúpa: el rock psicodélico como lo entenderían unos Jam en Mi Diosa Zen y cuya melodía y estribillos se quedan irremediablemente rondando la cabeza, el nervioso himno irresistible de puño en alto y exaltación teen Polaridad, el instrumental Sideremia que podría haber formado parte de un disco de Los Brincos, y la jubilosidad Pop de Pippermint & Gominolas.
No digo más, y os dejo con las palabras de Alex Cooper sobre Los Modernos y su primer LP, DOS MINUTOS:
"Una nueva banda viene a sumarse a la poderosa escudería de Clifford Records, un power trío que emociona con sus temas propios y sus guiños al pasado más brillante del pop español. Son Los Modernos y vienen de León.
Héctor fue bajista fundador y parte del núcleo duro de Los Flechazos en los últimos años del siglo XX. Su pasión por la Nueva Ola y el revival mod ejerció de contrapeso para equilibrar la obsesión de los demás por los sonidos sixties, lo que dio personalidad propia a la banda leonesa. Maxi ejerce de guitarrista con mayúsculas, en su juventud fue el alma mater de Los Booguies y lo suyo es el rock’n’roll. Fan irredento de AC/DC, puede pasarse horas perfeccionando un lick en su habitación, pero toca fuerte, duro y afilado. Y siempre va al grano. Conrado acaba de alcanzar la mayoría de edad y es un batería mod en la mejor tradición de Keith Moon. Hace unos años protagonizó la promoción para la Gira del Aperitivo de Cooper. Su progresión ha sido meteórica, convirtiéndose en uno de los músicos más interesantes de la escena local. Ejerce de líder de Los Modernos, porque los otros le dejan y porque lo es.
La combinación de estos tres tipos es explosiva. Discuten y se pelean sin parar. Se meten caña. Como los Who. Como los Kinks. Como los Gallagher. El local de ensayo es un laboratorio en el que los experimentos pueden a veces saltar por los aires, cargando de energía y excitación acordes y melodías que son como el cohete que todos quieren dirigir. Esta tozuda competición entre rock, beat y power-pop no es estéril. En realidad, funciona que te cagas.
Después de unas cuantas actuaciones y muchas horas de ensayos, la banda se ha encerrado en el estudio para registrar todas las canciones de su repertorio. Tienes ante ti una colección impresionante de temas urgentes y vitaminados, canciones con regusto a clásicos, pequeños himnos facturados por chicos que no atienden a nuevas etiquetas y postmodernidad. El álbum se abre con “Dos Minutos”, temazo pop propulsado por redobles y guitarrazos pop-art que marca sin titubeos las coordenadas por las que transitará el resto del disco: energía y melodía en la mejor tradición de los Vapors, Doctor Feelgood o The Plimsouls. Desde el pub-rock de “Curvas Peligrosas”, pasando por el influjo de los Beatles de gafas caleidoscópicas en “Mi Diosa Zen” y hasta los ecos revivaleros y el bajo bailongo de “Acechándome”, en este larga duración todo son alegrías, con un Maxi compositor en estado de gracia y cada vez más convincente a la voz, flanqueado por el saber hacer de Héctor “Flechazos” y la revitalizadora energía de Conrado a los tambores. Mención especial para la introspectiva “El Tiempo Por Vivir”, con su cascada de acordes menores y sus preciosas guitarras, acompañando una melodía casi barroca heredera directa de los mejores Fastball, y “Polaridad”, la canción más celebrada en los directos de la banda, un tema que tiene todos los ingredientes para permanecer enganchado a tu cerebro, entre granjero y garajero, con esos acordes iniciales que evocan a los tiempos en los que los mallorquines querían sonar como los Fuzztones.
Dos Minutos es una gran tarjeta de presentación para este nuevo conjunto, la primera llamada de atención de un grupo con un arrollador porvenir por delante. Píllate el disco y acude a sus conciertos. A dedicarle tu atención a estos latidos modernos yo no le veo más que ventajas."
David

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