jueves, 8 de septiembre de 2016

FAREWELL, LUPI

Imagen tomada de lalagunatenerife.tumblr.com
Hace unos días me sacudió la noticia de la triste pérdida de Lupi, un buen amigo, un amante de la música que siempre armado de grandes dosis de entusiasmo y desde su tienda de discos Jumping Man desplegaba sus mil y un planes para animar la aletargada vida musical local. Desde que nos dejó siento el pesar de no haber tratado más con él y es que siempre pensé que lo superaría todo, como me daba a entender las dos últimas veces que coincidí con él, contándome alguno de sus planes de futuro siempre relacionados con la música, en este caso relacionados con una de sus pasiones, el jazz, o pinchando discos en una arrebatadora sesión de otro de sus amores sonoros, el soul y el funk.
Hombre de gustos diversos pero en los que siempre buceaba buscando lo mejor y compartirlo, dominaba el pop y el rock de los sesenta en adelante, base de cualquier de nosotros, pero no dejaba de manifestar sus preferencias por el jazz, el folk, el rock progresivo, el afrobeat, incluso el flamenco... 
Y rodeados de música es, como no, como lo conocí, entrando en su pequeña tienda de discos Jumping Man al poco de inaugurarla, todo un alarde de valor en un momento en el que ese tipo de negocios hacían todo lo contrario, cerrar, ya que aún no se vivía el renacer del coleccionismo del vinilo a nivel generalizado y seguía siendo cosas de una minoría más bien reservada y los soportes digitales estaban acabando a pasos agigantados con los soportes físicos. Pues bien, Jumping Man se consolidó como un punto de referencia local para el aficionado a la música, y a buen seguro gracias al entusiasmo y la extroversión contagiosa de Lupi
Ya desde mi primera visita se lanzó a comentarme algunos de sus planes "para montar algo gordo", y muchas veces tuvo la deferencia conmigo de invitarme a participar en ellos. Esa torrente de energía y buen humor (sus carcajadas se oían a buen seguro por toda la calle donde estaba su tienda) resultaba contagiosa y era un placer pasarse por su tienda para sencillamente charlar con él, ya fuera de música, de fútbol, de motos o billar... y si de paso encontraba alguna gema, pues aún mejor, como la primera vez que entré allí y me llevé el CD del primer disco de los Moody Blues, THE MAGNIFICENT MOODIES en una edición de Decca que llevaba tiempo buscando, hallazgo que enseguida me hizo ver que Jumping Man no era la típica tienda de discos de novedades y música populachera.
Muchos discos y muchas más visitas se sucedieron, y sin duda Lupi tuvo su parte que ver en mi creciente interés por el rock progresivo gracias a descubrirme bandas como If, Gentle Giant, Paladin, Atomic Rooster, Roy Harper... 
Desde los primeros pasos bendijo y apoyó el proyecto del fanzine Making Time. Siempre tuvo el detallazo de vender copias de la publicación en la tienda, además de apoyarnos incondicionalmente; no dudaba en recomendad el fanzine a su clientela, o de publicitar las fiestas de presentación... Gestos de amabilidad y, de nuevo, entusiasmo, que hacía que fuese un poco más sencillo encarar la realización de cada nuevo número del fanzine.
Los momentos compartidos ya quedarán siempre en la memoria, y cada uno de los discos adquiridos en Jumping Man me recordará siempre al bueno de Lupi, a las charlas en su tienda, a los encuentros casuales por La Laguna...
Un abrazo a su familia y amigos. Desde Making Time te recordaremos, Lupi... we'll meet again...
David

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lástima que no esté para leer estas líneas tan conmovedoras

Fanzine Making Time dijo...

Gracias por tus palabras. Es verdad, ojalá estuviera aquí. Como me acaba de decir alguien muy sabio, "es bueno decirle esa clase de cosas a la gente cuando esté viva, porque luego solo quedan en el recuerdo".