Este es uno de los mejores recopilatorios de pop británico de finales de los sesenta endulzado con toquecillos de psicodelia que me he echado a la cara últimamente. Veinte gemas que mantienen el nivel y el interés durante toda la duración del disco, cosa harto difícil en este tipo de recopilatorios que incluyen distintos grupos y solistas.
El comienzo es inmejorable con el contundente y bailable ritmo que contrasta con la orquestación, clavicordio y coros, muy a lo Mark Wirtz y su Teenage Opera, de Love Will Find A Way, un himno anti-hippie de los oscuros Howard Walker and The Bombthrowers. La cara B de este single también se incluye aquí, y no tiene nada que ver con Love Will Find A Way; se trata de la acústica y folkie Eat Me.
El disco oscila entre los distintos estilos más o menos imperantes entre el pop británico de finales de la década, pero todos ellos inmejorables ejemplos. Tenemos una producción a lo Scott Walker (su lado más pop) con lujosa orquestación en el Remember Daphne de Paul Slade, brillante pop propio del Swinging London y costumbrismo británico en Kensington High Street (con Heys! a lo Mr. Carpenter de The Fox) y By My Side de Dead Sea Fruit y Mighty Joe Young respectivamente, el bubblegum de Waiter, Get Me A Drink de Tim Andrews y Paul Korda o el folk como el del primer Bowie en la catchy y de irresistible estribillo Oh What A Naughty Man de Alan David.
Los tres grupos más conocidos entre los aficionados incluidos en el recopilatorio son The Spectrum, Episode Six y Cupid's Inspiration. Los Spectrum fueron muy populares en el continente, más incluso que en su Inglaterra natal, siendo su popularidad también destacable en España. Si no me equivoco, incluso visitaron Tenerife para una actuación en el club A Go-Gó! (y salieron vivos de aquí... un grupo de músicos ingleses, en 1967 o 1968 eran claros candidatos a ser colgados del primer árbol nada más bajar del barco por raros, melenudos como chicas, rojos y amigos de Satán!!) y fueron responsables del excelente single aquí incluido, London Bridge Is Falling Down, un cañonazo de freakbeat con ráfagas de órgano y guitarrazos incendiarios y estribillo inflamable. La otra canción de ellos incluida es puro Swinging London, el beat con mucho Hammond de Portobello Road.
Los Episode Six aportan Lucky Sunday, tonada de melodía encantadora con el incipiente poder vocal de Ian Gillan grabando para el sello de Larry Page, Chapter One. Por su parte, completando el trío de "celebridades", los Cupid's Inspiration, responsables de un LP que no estaba mal lleno de pop psicodélico y juegos vocales y algún single de moderado éxito (Yesterday Has Gone). Su Look At Me es muestra de ello con coros a lo Rascals o a sus compatriotas Tremeloes y ritmo perezoso que un poco más acelerado puede ser un llenapistas inmediato.
Lincoln Green de Dave Justin es festivo pop con toques barrocos, muy a lo Bee Gees (otro ejemplo de su talento, aquí) mientras que Free Like Me es responsabilidad de Pythagoras Theorem, pop hippie vocal inspirado por agrupaciones como The Mamas & The Papas, Sunshine Company o Free Design. También tiene hueco el pop psicodélico con Donovan como referente, aunque con toque soul en los metales, en Isabella de la banda de curioso nombre Jiminy Crikitt y el inofensivo pop con toques orquestales de Dance With The Man In The Teapot de J.A. Freedman.
Si buscamos algo más underground, ¡bingo!, nos topamos con el folk ácido de Jerry St. Clair y su Mrs. Jensen Sits Alone, muy en la línea de los folkies norteamericanos de la época y el She's In Need Of Love de John Bryant cuya parte vocal se puede identificar de inmediato con los Kinks de ARTHUR y VILLAGE GREEN aunque con toque orientalizante por la percusión.
Y, aparte de la canción que abre el disco y el London Bridge de los Spectrum, las otras tres joyas imprescindibles del disco son el beat mod del sexteto escocés Studio Six y su I Can't Sleep, banda de impactante imagen ataviados con suéters pop-art a lo Who o los Eyes, el Thank You For Your Loving de los desconocidos Dukes Noblemen (grupo con una aparición en la TV británica, con pintas infames, atacando el I Feel Good) que es un superb effort de rock con piano desatado compuesto nada menos que por Elton John y su colega musical en aquellos tiempos, el sacerdote psicodélico Caleb Quaye. Si te gusta Leon Russell, Joe Cocker y cosas por el estilo, ésto es lo tuyo. Por último, Spring Song, la encantadora tonadilla de ambientación hippie llena de groove delicadamente ácido muy demandado en las pistas de baile a cargo de una veterana del R&B británico, Ottilie Patterson.
Con tales credenciales, ¡este disco ya ocupa un lugar destacado en mi colección de delicias psicodélicas!
David
2 comentarios:
Gracias por la recomendación.
La verdad, que un disco con una portada así, apetece escucharlo.
Preciosa portada, sí. ¡Y el contenido es impecable! Tras una primera escucha, piensas "otro recopilatorio de popsike, sin más", pero a la segunda varios hits se clavan como puñales en el cerebro!
Por cierto, creo que el resto de volúmenes de esta serie tienen la misma portada, y sólo cambian los colores de la misma!
Gracias por tu comentario!
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