En julio de 1966 Eric Clapton abandonó a John Mayall y sus Bluesbreakers, banda de la que había sido el guitarra principal desde abril de 1965, y donde se consagró como el gran guitarrista eléctrico británico del momento, confirmando todo lo que venía mostrando tras su paso no muy extenso en el tiempo por los Yardbirds.
En ese mismo mes de julio de 1966 se unió al bajista Jack Bruce y al batería Ginger Baker, jóvenes veteranos, ambos provenientes de mil batallas pero sobre todo integrantes de la banda de otro pionero del R&B británico, Graham Bond. Es una historia harto conocida, pero no podemos dejar de conmemorar un momento tan importante de la historia del rock, y es que CREAM, el nombre elegido por el trío (por ser los músicos más respetados del momento, los más prestigiosos y admirados por sus compañeros de oficio), fue decisivo a la hora de que el rock se hiciera adulto, con esa mezcla de originalidad, psicodelia y blues rock.
Cuatro discos oficiales dejaron, más varios directos, recopilatorios de los más distintos pelajes, etc. Por cierto, mi preferido es su segundo, Disraeli Gears, de 1967.
David
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