PROCOL HARUM: Shine On Brightly (Regal Zonophone, 1968; reeditado en cd en multiples ocasiones, la última por Salvo Records, 2009)
Si algo somos en Making Time, eso es fans de Procol Harum, así que vuelvo a destacar un disco de ellos, como ya hize hace un tiempo. Y si fuera necesario, lo haría todas las semanas!
En esta gozosa ocasión nos ocupamos de su segundo disco, SHINE ON BRIGHTLY, grabado entre 1967 y 1968, y publicado a finales de ese año. Debido a ello, podemos apreciar pequeñas diferencias entre las canciones del disco, pero eso en el caso de Procol Harum no supone ningún tipo de problema, ya que su sonido es altamente característico en cualquiera de sus épocas, lo que es de agradecer, ante otros grupos que en cada canción querían abordar un estilo distinto, en muchas ocasiones de forma fallida o al menos poco acertada.
Con el grueso del material compuesto, como siempre, por la pareja de Gary Brooker y el letrista Keith Reid, SHINE ON BRIGHTLY disfruta de una cara A integrada por una colección de canciones asombrosa, muy superior en conjunto al primer disco en su totalidad (imprescindible también, por cierto), melodías que se asimilan de inmediato, arreglos procolharumnianos de inspiración clásica y psicodélica en los que la interacción del piano de Gary Brooker y el órgano de Matthew Fisher brillan como nunca, letras como siempre enigmáticas o simplemente incomprensibles, y también dosis de humor. Y es que aquellos grupos que tienen sentido del humor y que a veces no se toman muy en serio a ellos mismos son nuestros favoritos. Sí, como Procol Harum. Y en canciones como Skip Softly (My Moonbeams) (con sus extraños coros) y Magdalene (My Regal Zonophone) (era el sello discográfico del grupo, Regal Zonophone, además de las trompetas del tema, interpretadas SIN TROMPETAS), demuestran ese sentido del humor.
Grandes dosis de épica, escalas ascendentes y destelleantes riffs de órganos y de guitarra nos encontramos en Quite Rightly So, Shine On Brightly o Rambling On, mientras que en Wish Me Well el grupo expone un primer ejemplo de canciones de instrumentación más acústica e inspirada en el blues, con lucimiento de Robin Trower a la guitarra (así como en Skip Softly, donde su guitarra es aún más poderosa en viajeros pasajes). Más ejemplos de este tipo de composiciones aparecerán en sucesivos álbumes del grupo.
LÁSTIMA de la cara B del disco, un amalgama experimental que ocupa toda su extención donde la psicodelia, cierto orientalismo y un incipiente progresivismo copan un espacio que podría haber estado ocupado por más canciones como las de la cara A. Pero era el signo de los tiempos, y Procol Harum no eran el primer grupo que intentaba piruetas musicales como ese In Held Twas In I de más de 17 minutos.
Si algo somos en Making Time, eso es fans de Procol Harum, así que vuelvo a destacar un disco de ellos, como ya hize hace un tiempo. Y si fuera necesario, lo haría todas las semanas!
En esta gozosa ocasión nos ocupamos de su segundo disco, SHINE ON BRIGHTLY, grabado entre 1967 y 1968, y publicado a finales de ese año. Debido a ello, podemos apreciar pequeñas diferencias entre las canciones del disco, pero eso en el caso de Procol Harum no supone ningún tipo de problema, ya que su sonido es altamente característico en cualquiera de sus épocas, lo que es de agradecer, ante otros grupos que en cada canción querían abordar un estilo distinto, en muchas ocasiones de forma fallida o al menos poco acertada.
Con el grueso del material compuesto, como siempre, por la pareja de Gary Brooker y el letrista Keith Reid, SHINE ON BRIGHTLY disfruta de una cara A integrada por una colección de canciones asombrosa, muy superior en conjunto al primer disco en su totalidad (imprescindible también, por cierto), melodías que se asimilan de inmediato, arreglos procolharumnianos de inspiración clásica y psicodélica en los que la interacción del piano de Gary Brooker y el órgano de Matthew Fisher brillan como nunca, letras como siempre enigmáticas o simplemente incomprensibles, y también dosis de humor. Y es que aquellos grupos que tienen sentido del humor y que a veces no se toman muy en serio a ellos mismos son nuestros favoritos. Sí, como Procol Harum. Y en canciones como Skip Softly (My Moonbeams) (con sus extraños coros) y Magdalene (My Regal Zonophone) (era el sello discográfico del grupo, Regal Zonophone, además de las trompetas del tema, interpretadas SIN TROMPETAS), demuestran ese sentido del humor.
Grandes dosis de épica, escalas ascendentes y destelleantes riffs de órganos y de guitarra nos encontramos en Quite Rightly So, Shine On Brightly o Rambling On, mientras que en Wish Me Well el grupo expone un primer ejemplo de canciones de instrumentación más acústica e inspirada en el blues, con lucimiento de Robin Trower a la guitarra (así como en Skip Softly, donde su guitarra es aún más poderosa en viajeros pasajes). Más ejemplos de este tipo de composiciones aparecerán en sucesivos álbumes del grupo.
LÁSTIMA de la cara B del disco, un amalgama experimental que ocupa toda su extención donde la psicodelia, cierto orientalismo y un incipiente progresivismo copan un espacio que podría haber estado ocupado por más canciones como las de la cara A. Pero era el signo de los tiempos, y Procol Harum no eran el primer grupo que intentaba piruetas musicales como ese In Held Twas In I de más de 17 minutos.
David
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