THE GODS: Genesis (Columbia, 1968 / reedición en CD con bonus tracks por Repertoire, 1994)
Últimamente el blog está algo dormido, pero volvemos a la carga con un pequeño clásico de la psicodelia británica, un compendio de canciones, instrumentación y ambientación que cumple todos los requisitos necesarios para ser archivada entre nuestros recopilatorios de singles freakbeat, discos de Procol Harum y las primeras tentativas vinílicas de bandas como Deep Purple e incluso junto a las obras decididamente psicodélicas y coloristas pero impregnadas de soul y música negra que nos entregaban gente como los Rascals.
Famosos por ser el germen del que surgió la banda Uriah Heep, y por un single del que hablaremos después, el primer LP (de los dos que sacaron los Gods) tiene méritos propios más que suficientes para alcanzar estatus de obra underground insdispensable para los fans del género.Las raices del grupo surgen de la escena soul y R&B, como tantas otras bandas de la época, que en 1967 comienzan a tomar un camino distinto; se endurece la música, las drogas impregnan mensajes y sonoridades, los bigotes crecen y los trajes son sustituidos por inclasificables pero atractivos atuendos. Y los Gods facturan un disco con una base rítmica atronadora (John Glasscock al bajo y Lee Kerslake a la batería) que es el perfecto enlace al freakbeat que precedió (y convivió) a la psicodelia y como se puede apreciar en Towards The Skies, una guitarra agresiva y cortante, versátil y a veces histérica, soltando riffs a diestro y siniestro a cargo de John Konas en lo que fue su única (una lástima, ya que a su talento guitarrístico se une su capacidad compositiva, participando en ocho de las diez canciones) aventura discográfica, y un órgano omnipresente (ejecutado por Ken Hensley) que toma buena nota de las enseñanzas de Procol Harum (y algo de los Nice) en temas épicos y dramáticos como Candles Getting Shorter o Plastic Horizon, adornados también con mi adorado Mellotron.
A tan apetecible mezcla y propuesta estilística hay que sumar una voz potente y afectada, llena de sentimiento, de nuevo, dramático, muy soulera, acompañada de coros, en la escuela de los ya mencionados Rascals y también de los Vanilla Fudge (sólo hay que oir I Never Know). Siempre he considerado que la mejor psicodelia es aquella practicada por grupos con pasado entregado a la música negra; su acercamiento al nuevo género es potente e intensa, épica y urgente. Eso les da también un cierto toque norteamericano, aunque más cercano a la Costa Este que a la psicodelia levitativa de la Costa Oeste.Este material se acerca sonoramente a producciones como el primer disco de los Deep Purple, aunque el estilo compositivo de los Gods es menos progresivo, dan más importancia a las canciones con cierto regusto pop, con melodías reconocibles, duración contenida y poca experimentación, siendo los momentos más hardroqueros Misleading Colours y la magnífica Time and Eternity. Por último, para los devotos de bandas como The End o July, no les desagradarían temas como la etérea Looking Glass, la pop Radio Show o Farthing Man, ésta última freakbeat de primera con cierta similitud a lo que hacían bandas como Plastic Penny. ¡Lástima que no fuese editada como single!.
El toque ácido del LP se lo otorgan ciertos efectos y voces aceleradas que conectan muchas de las canciones, trucos que seguro buscaban epatar entre la melenuda audiencia, pero que se demuestran básicamente inservibles, y para culminarlo se envuelve en una de las primeras portadas elaboradas por Hipgnosis (y no de las mejores).
Como complemento a la edición en CD de Repertoire, cuatro bonus tracks, dos singles con temas no incluidos en el LP, el primero editado al tiempo que este GENESIS con la comercial y pop Baby's Rich en la cara A y Somewhere In The Streets, ésta última mucho mejor y en la línea de las canciones incluidas en el álbum. El segundo single es la otra fuente de fama para los Gods, y es su ya clásica versión del Hey Bulldog de los Beatles, incluida en mil recopilatorios pero una de las mejores lecturas de una de las canciones ácidas de los de Liverpool. La cara B la ocupa Real Love Guaranteed, agresivo hard rock con un tremendo inicio con armónica incluida. Otro LP, otro single más, y los Gods estaban liquidados como banda en 1970, dando paso a nuevos capítulos aún más melenudos en la historia de la música, pero antes nos dejaron esta pequeña joya psicodélica... ¡Imprescindible!
David
miércoles, 16 de noviembre de 2011
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2 comentarios:
Había oído hablar de esta banda, pero no sabía de qué iban. Ahora sí:)
¡Saludos!
Me alegra habértelos dado a conocer! Si te gustan los sonidos psicodélicos potentes de finales de los 60, este disco es muy recomendable!
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