miércoles, 11 de junio de 2008

EL DISCO DE LA SEMANA

AARDVARK: Aardvark (Deram Nova, 1970)
Cerdo hormiguero, curioso nombre para un grupo de
psicodelia expandida (lo de progresivo nunca me ha terminado de convencer...) que en 1970 registró este tremendo LP con aires a los primeros Deep Purple*, Pink Floyd e incluso Soft Machine.
Tal combinación de ideas y estilos se puede apreciar en ocho fabulosas canciones interpretadas por un cuarteto carente de guitarrista y con una imagen fabulosa, en la línea de los hardrockers británicos de finales de los 60. El combo en cuestión estaba compuesto por Frank Clark a las percusiones, David Skillin a las voces (y principal compositor del grupo), Steve Milliner a todo tipo de teclados, marimbas, vibráfono y celeste, y Steve Aldous al bajo.
Copper Sunset abre las hostilidades, y de inmediato se revela como un llenapistas para los pinchadiscos de sonidos blancos, con un teclado muy, muy ácido y un aire a Skip Bifferty. Le sigue Very Nice of You to Call, placentera psicodelia con pegadizo estribillo e interludio cuasi jazzístico de piano. Su melodía me recuerda a las primeras composiciones de Richard Wright para los Pink Floyd. Many Things to Do es incisiva y contundente, con phased drums para hacer volar la mente y una genial combinación de bajo, batería y teclados. The Greencap es una composición algo intrincada y que combina la influencia Deepurpleiana y la de Pink Floyd, con el primer ejemplo del disco de viaje musico-espacial à la Floyd, y con la voz de Skillin tratada con efectos y un vibráfono que logra mantener la conexión terrenal de la música. I Can't Stop, en ocasiones un boogie rock psicodelizado, vuelve a recordarnos al tercer LP de los Purple.
La cara b arranca con The Outing-Yes y sus coros desquiciados que me recuerdan a algo de los Mothers of Invention y que desembocan en una larga improvisación viajera inspirada en los Floyd, como si los Aardvark hubiesen llevado a cabo lo que les pide la última canción del disco, Put That In Your Pipe and Smoke It, un instrumental iniciado por una larga nota del órgano, seguida de discordantes líneas de bajo y teclado y agresivos riffs de batería que desembocan en terrenos melódicos más familiares y bajo la influencia de John Lord. Precedía a Put That... la folkie y medievalista Once Upon a Hill, una pausa entre la tormenta con encantadoras flautas.
Reeditado en cd, yo lo conseguí en una edición japonesa que podeis encontrar en ebay y
aquí. También fue editado en vinilo por el difunto sello See For Miles bajo el título Put That In Your Pipe and Smoke It, pero su localización parece más ardua.
(*ver Making Time Nº4)
by David

1 comentario:

Anónimo dijo...

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