Precisamente, en este repaso de caótica periocidad y orden, comienzo por su tercer elepé, el primero para Island, LISTEN, cuando la banda ya se había metido de lleno en esa tercera etapa totalmente devotos de las sonoridades setenteras. Ya hacía casi un par de años que el grupo había perdido a su principal arma, la demoledora voz de Jess Roden, uno de los grandes shouters ingleses de la década, y por sus filas había pasado Robert Palmer para ponerle voz al decepcionante ALAN BOWN! de 1969. Palmer, ante la perspectiva de un futuro venturoso si se embarcaba en otros proyectos, dejó a la banda plantada con el disco ya grabado, a lo que Alan Bown y los suyos respondieron (por segunda vez en su carrera, pero de eso ya hablaremos) regrabando las voces del disco, alistando para ello a Gordon Neville, proveniente de los Gulliver's People, un gran acierto ya que el registro de Neville recuerda en muchas ocasiones al grandísimo Jess Roden. Eso, más unas canciones más atinadas que las incluidas en el aburrido ALAN BOWN! hace de este LISTEN una experiencia mucho más disfrutable que su predecesor.La reputación del directo arrollador del grupo se deja entrever en la grabación, la pericia y energía del grupo queda patente aunque en ocasiones su interpretación se vuelve derivativa; su principal cualidad no era la composición y lo que queda bien en directo no siempre hace lo propio en disco. Pero en general no están nada mal las canciones aquí incluidas, que tiran mucho de bandas contemporáneas como Traffic, Paladin, Steve Miller Band, Terry Reid y, sobre todo en los momentos en los que los vientos hacen su aparición, Chicago, en ese momento estrellas ascendentes del rock que seguro Alan Bown y los suyos vigilaban atentamente.Otra tremenda influencia en el mundo del rock en esos momentos era la de Miles Davis y otros músicos de jazz como Dizzie Gillespie, reminiscente en los temas más experimentales del disco como Forever y Make Up Your Mind. Wanted Man es el primer tema y el que tiene un sonido más americano, a lo Steve Miller Band, pero a partir de Crash Landing aparece la sección de vientos (aunque no en demasía a lo largo del disco, un protagonismo descendente respecto a las producciones precedentes) y el parecido con Chicago es más que evidente, en contraste con los guitarrazos y la voz de Gordon Neville más cercanos a Terry Reid, y todo ello con la propulsión otorgada por una base rítmica (Stan Haldane al bajo y Vic Sweeney a la batería) realmente apabullante.Una colección de canciones homogénea y de agradable escucha, con un punto álgido en la movida Loosen Up, un single casi perfecto, una melodía pegadiza y un tema que podemos emparentar fácilmente con los incluidos en su obra magna OUTWARD BOWN.Mientras recomiendo escuchar (y adquirir la estupenda reedición a cargo de Esoteric Recordings) este disco, una obra sin grandes pretensiones y culminado dignamente pese al inconveniente de la marcha in extremis de su vocalista Robert Palmer, prometo que pronto volveré con una segunda parte dedicada a Alan Bown y los suyos, y posiblemente dedicada a esa obra magna, culminación de los mejores años del grupo. Stay tuned!
David
David
3 comentarios:
Pues seguiré atento a esa segunda y sucesivas partes. Disfruto leyendo cada uno de tus escritos, siempre generosos en datos tan contrastados como fascinantes, que nunca resultan pobrísimos en opiniones de extraordinario criterio. Por cierto, paupérrimo es un cultismo y pobrísimo existe.
Léase en el diccionario de la Real Academia Española, en la definición de Pobre: MORF. sups. paupérrimo - cult.-, pobrísimo.
Un abrazo
Àlex
Gracias por tus comentarios y elogios inmerecidos hacia mis escritos, Àlex!Y también gracias por la defensa ortográfica, jeje!
Un abrazo!
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