HIGH FLYING BYRD

No podemos dejar de celebrar, aunque sea con un día de retraso el cumpleaños de uno de los músicos que más admiro, un héroe de la música popular, el gran Roger McGuinn, que un 13 de julio de 1942 vio, en Chicago, por primera vez el cielo de su país, un país que iba a contemplar como Mcguinn se convertiría en uno de sus pilares musicales y que iba a salvar, junto a otros jóvenes, el pop y el rock, rescatando viejas raíces y sumándolas a los sonidos que venían de la vieja Inglaterra.
De esta manera McGuinn y su grupo, los Byrds, avanzaron con pie firme sobre una música pop con peligro de estancarse, de repetirse a si misma y que recurría a la fórmula de copiar burdamente a los músicos negros, los auténcitos creadores de la música popular moderna. McGuinn, con tal visión y tales influencias, merece el título de ser el creador de una Nueva Música Americana.

66 son ya los años de los que presume McGuinn, nacido James Joseph ("Jim"), pero tras involucrarse en la religión Subud, cambió su nombre a Roger, el auténtico Byrd, el guardián de la llama, el orgulloso poseedor del nombre de toda una institución. Un músico genial, vocalista muy personal e innovador guitarrista, así como un tipo de gustos heterogéneos y fascinantes (su afición por la ciencia ficción, los viajes espaciales y los cacharritos, como el Moog, han caracterizado muchas de sus composiciones, un bonito contraste con su música folk-rock-country).

Nada mejor que celebrar su cumpleaños con la recomendable lectura de dos biografías de su banda, los Byrds, de reciente aparición en el mercado español, buena prueba de que el legado de dicho grupo es casi insuperable, uno en la editorial Milenio, The Byrds, Pájaros de Doce Cuerdas y otro en Lenoir, The Byrds, Más Jóvenes que Ayer. Por cierto, recomendada TODA la discografía byrdiana!

by David