Y Fogbound son de esos grupos que no hay que dejar pasar ya que nos regalan el volvernos a encontrar con nuestros estilos musicales y estéticos favoritos junto a excitantes canciones de nuevo cuño que añadir al canon. ¡Escuchando su LP de debut sentí una euforia y arrebato por la música similar a cuando, con catorce años, ponía a todo volumen a los Small Faces en mi habitación y descubría todo ese espectro de sonidos en tecnicolor! Fabio Mahía (guitarra y voz), Borja Fernández (bajo), Fernando G. Vilaboy (teclados) y Pablo 'Pibli' González (batería, coros) lo han logrado y sólo puedo estar agradecido con ellos por eso.
Y es que Fogbound se califican a ellos mismos como una banda de freakbeat del siglo XXI, pero con su colección de singles totalmente agotados, y su muy esperado primer LP que ha corrido la misma suerte en la web de John Colby Sect (¡sold out en menos de un mes!), nos demuestran que son mucho más y que asimilan como pocos las más interesantes influencias del pop de los 60. Por cierto, para conseguir una copia de este artefacto de tirada limitada tendréis que acudir a un concierto del grupo, adquirirlo de forma digital en el bandcamp o buscar en algunas de estas tiendas online.
Tras muchas escuchas me he atrevido a ensamblar este análisis del disco, y es que no quería dejarme nada sin reflejar. Como siempre, no seré capaz de expresar todo lo que quiero decir sobre cada canción, y ni siquiera utilizaré los conceptos correctos, pero no me duelen prendas al confesar que me dejo llevar por el entusiasmo con este tipo de artefactos que tanto amamos los devotos de la secta de los sonidos ácidos y las vibraciones de colores!
Sumerjámonos en la niebla: Gazin At My Grave abre el LP con su intro de teclados casi progresivos, tétricos en cierta medida, con una textura a lo Crazy World of Arthur Brown y que preceden a un asalto de hard driving 60s rock a toda mecha con guitarrazos, teclados y batería desaforada. ¡Bien es decir poco! Feeling Like A Greyhound me recuerda con sus teclados psicodélicos a Keith Emerson del período de los Nice en una pieza más relajada, con ecos de los July, Small Faces...
Eternal Promise está protagonizada por la guitarra que recuerda al hard freakbeat de los Open Mind; la ambientación psicodélica resuena en toda la pieza a lo que contribuye el efecto de eco en las voces. El Mellotron hace su aparición triunfal en Jane In The Shade, un mid tempo de ambiente sonoro denso dominado por el trasfondo del citado instrumento, con una estructura beatlesca circa 1967, adornada con celestiales estribillos y punteos de guitarra finales harrisonianos. Whimsical Girl y su guitarra levitativa que planea sobre el teclado y la base rítmica es una composición con profundo ambiente de popsike gracias a las voces etéreas que combinan majestuosamente con el teclado en el estribillo y su sensacional coda instrumental con dura guitarra.
Edward Devine arranca la cara B, canción avanzada por John Colby Sect antes de la salida del LP y que supone uno de los momentos definitivos y definitorios del mismo. De ella repito la descripción que hice en su momento, si me lo permitís: arranca a mil por hora con un órgano incendiario acompañada del resto de la expansiva instrumentación de Fogbound y a continuación aparece la voz arropada en eco, todo ello derivando hacia un éxtasis de tape flanging. Ecos de The Attack, Elmer Gantry's Velvet Opera y de los Open Mind resuenan en esta fantástica pieza que solo vuelve a demostrar el enorme talento de Fogbound y su amor por el freakbeat y la psicodelia primeriza. En resumen... ¡una puñetera maravilla!
Con Arrogant Splendour vuelven a resonar en mis oídos ecos de los Nice por los arpegios del teclado en una luminosa y alegre pieza a la par que contundente en lo instrumental, recordándome también a un referente más cercano, la Elephant Band, y es que el propio Fernando Vilaboy formó parte de aquel grupo.
Foto de Sandra Mg extraída del facebook de Fogbound |
Un disco prodigioso para estos tiempos convulsos, repleto de los sonidos que más nos gustan aquí en Making Time. Y no había comentado nada aún de su preciosa, colorida y psicodélica portada, y el insert que la acompaña conteniendo las letras de las canciones. Todo un regalo para el fan del popsike, el freakbeat y el rock psicodélico. ¡Es delicioso estar atrapado en esta niebla..!
David
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