viernes, 20 de mayo de 2022

MANIFESTACIÓN, DE PIGMY: UN VIAJE DE LO ÍNTIMO A LO TRASCENDENTAL EN ONCE MOVIMIENTOS

El convulso año de 2020 fue testigo, entre tanta incertidumbre, de lanzamientos discográficos de muchísimo interés, como los debuts de Moura y Magick Brother & Mystic Sister, o los seis o siete discos anuales habituales de King Gizzard And The Lizard Wizard entre grabaciones en vivo y en estudio. Y también fue el año que Guerssen Records editó el tercer álbum de Pigmy, el que fuera compositor, cantante y guitarrista de Carrots, grupo que nos dejó discos estupendos de psicodelia contemporánea.
MANIFESTACIÓN, el título del LP de Pigmy, sigue el sendero iniciado por MINIATURAS en 2009 de folk y pop psicodélico de espíritu progresivo poseído a su vez por influjos de folk medievalista y renacentista al estilo de recuperadores de la música tradicional y lanzada al pop como Steeleye Span o Amazing Blondel.
Foto extraída del facebook de Pigmy
Con decenas de exquisitos referentes y su saber hacer musical, compositivo y multiinstrumental, Pigmy ha facturado este MANIFESTACIÓN que debería ser considerado referente del folk progresivo contemporáneo; suena actual y accesible para un público fuera del género en sus partes más pop pero se adentra sin rubor en medievalismos y músicas antiguas en intros, outros, y dos piezas clásicas, el verso del himno religioso Ut Queant Laxis que abre el disco y Lachriame Pavan, pieza para laud del siglo XVI, lo que da una coherencia sónica a todo el disco, cierto aire conceptual y sobre todo la sensación vaporosa, etérea, que sobrevuela las canciones, ya presente desde la portada del disco.
Almendros en Flor arranca gentilmente con laud, voz y flauta, a los que se van sumando instrumentos acústicos salvo un bajo eléctrico, adoptando la forma de pavana, y sienta las bases sónicas del resto de composiciones de Pigmy, seguida por Manifestación, que sutilmente continúa esa instrumentación hasta transformarse en una pieza de pop tan encantadora como pegadiza y cierra con una exploración psicodélica a base de sitar. Tanto Manifestación como Mi Canción han disfrutado de excelentes videoclips, muy whimsical en el caso de Mi Canción, composición que aporta secciones totalmente deudoras del progresivo italiano con la introducción del Mellotron, siendo Lo Sagrado en lo Profano la canción más alineada con el citado rock progresivo italiano, sobrevolando el etéreo sonido de los sintetizadores toda la melodía, mientras batería y guitarras se entrelazan mágicamente.
El Hombre Menguante, pequeña pieza de orfebrería pop, da paso a Incienso y Bengala, de nuevo introducida por melodías e instrumentos de otra época que se despliegan delicadamente siendo el lecho de hojas para una letra bellísima a la par que enigmática. Ana continúa la delicadeza sonora y literaria de las dos piezas anteriores sucediéndose flautas, oleadas de sintetizadores y guitarras arropando la letra y la voz de Pigmy.
En Déjame Entrar adivinamos influencias paganas en su letra acompañada de nuevo por una instrumentación sencilla pero perfecta, folk guiado por guitarra, violín, una pequeña percusión, dejando el sendero trazado para el cierre con Septiembre, pop elegante y prístino de espíritu independiente pero que también nos trae retazos de sunshine pop.
Un disco sorprendente y adictivo en su belleza y sus delicadas formas y fondo intrincado, una escucha imprescindible para amantes del folk ácido y del pop y rock progresivo más exquisito.
David
¡Consigue Manifestación de Pigmy en Amazon a través del siguiente enlace!

viernes, 6 de mayo de 2022

PROCOL HARUM EN 1971: FALLO DE ENERGÍA

BROKEN BARRICADES, el disco de 1971 de Procol Harum, nunca me ha parecido muy emocionante, creo que se distancia demasiado del estilo propio del grupo que aunque había crecido en variedad a lo largo de los discos era inmediatamente reconocible incluso en los cortes más ajenos a ese estilo; le falta corazón y cierta "suciedad" en el sonido, cierta dejadez en la producción que era habitual en los discos del grupo pero que venía a insuflar de vida, una textura orgánica a su música, siendo la producción de Chris Thomas prístina, muy pulida. Su corta duración, con ocho canciones y apenas treinta y cinco minutos, deja cierto regusto a proyecto inconcluso, falto de una o dos piezas que remataran la obra. Es sin duda mi disco menos favorito del quinteto inicial de Gary Brooker y los suyos.
Y eso que pese a que tiene su reconocimiento dentro del fandom del rock de los setenta y del progresivo, quizá su portada, troquelada y con fotos de los componentes, lo que no era muy usual hasta el momento salvo las pequeñas fotos en HOME, y el hecho de que sea el último disco con el guitarrista Robin Trower le ha servido para ser bastante popular incluso entre los ajenos al culto Harum, y en su momento les aupó un poco más en ventas respecto a HOME. 
Y es que BROKEN BARRICADES supone otro fin de etapa para el grupo (¡y ya van unos cuantos en cuatro años!) con la marcha de Trower, famosas sus discrepancias en cuanto a sus intereses musicales con el resto del grupo, marcadas por el interés del guitarrista en el blues, el boogiee y el hard rock. El espíritu progresivo y clasicista de Brooker y las letras del omnipresente en este disco Keith Reid no podían ajustarse a esos estilos tan devotos y centrados en el sonido de la guitarra. Aún con esas luchas internas se puede intuir que Brooker y los demás se plegaron a Trower en este disco, muy roquero de principio a fin, quizá en un intento de que no abandonara la nave en plena travesía. Al mismo tiempo simboliza un nuevo arranque ya que lo editó Chrysalis en el Reino Unido tras abandonar Regal Zonophone.
Simple Sister, un pequeño clásico dentro de la discografía de los Harum, abre el disco con una propuesta roquera similar al arranque de HOME con Whisky Train, brillando la guitarra furibunda y de sonido característico de Robin Trower y la parte de batería de B.J. Wilson además de la entregada voz de Gary Brooker, culminando la pieza en un desmelene clasicista con inclusión de cuerdas y metales, dando paso a Broken Barricades que introduce un elemento totalmente nuevo en el canon de Procol Harum, un sintetizador, que sustituye al piano y órgano habituales y le confiere un extraño tono a la canción, ya de por si de relajado tempo. Memorial Drive, composición de Trower, es sencillo y elemental rock, pero falto de alma, al menos del alma propia de los Harum. Es una pieza ya plenamente 70s, e incluso con algo de eco añadido a la voz de Brooker, mientras que Luskus Delph recupera algo de su sonido característico, con su tono pausado, letras impenetrables y la inclusión de arreglos orquestales, pero el sintetizador, de nuevo, y su estructura melódica indica claramente lo que vendría en siguientes discos como GRAND HOTEL, añadiendo cierto refinamiento, sofisticación continental y delicadeza, y donde se aprecia bastante bien la producción limpia y aséptica de Chris Thomas
Power Failure abre la cara dos con energía, un buen ejemplo de canción rock progresiva muy setentera con exhibición de B.J. Wilson a la percusión, absolutamente protagonista del corte. Song For A Dreamer, compuesta y cantada por Trower, es famosa por ser un tributo a Jimi Hendrix, pero aparte de ser un pastiche del estilo del guitarrista norteamericano que demuestra el talento de Trower, y algún detalle como la voz con phasing, no deja de ser un curioso experimento.
Playmate Of The Mouth es chulesco funk rock con desvaídos metales y guitarra exploradora, al estilo de una de las bandas con las que surgían destellos de parentescos musicales a lo largo de los últimos años, The Band, y el corto LP cierra con Poor Mohammed, composición de aires norteamericanos de Trower con la que se despide del grupo, con su guitarra como indiscutible protagonista.
BROKEN BARRICADES no fue, curiosamente, el único disco editado en 1971, ya que A&M lanzó para Estados Unidos PROCOL HARUM LIVES..., un artefacto promocional con una entrevista en la cara uno y viejos temas en la dos, pero en cuanto a la nueva música del grupo BROKEN BARRICADES supuso un disco bastante roquero para los estándares de Procol Harum y con momentos de brillantez y de sorpresa como el uso de sintetizadores, pero falto de espíritu y en bastantes ocasiones, de diversión dentro del drama característico en su repertorio y de lo que -personalmente- puedo esperar de un disco del grupo. A Trower le encontraron sustituto en Dave Ball, iniciando una corta pero interesantísima etapa que veremos en el siguiente capítulo.
David
¡Consigue Broken Barricades a través del siguiente enlace y con eso echas una mano al blog!