miércoles, 20 de noviembre de 2013

LOS HUÉSPEDES FELICES: LAS COSAS QUE NO VEMOS

He tardado tantos días en redactar la reseña sobre el nuevo disco de Los Huéspedes Felices porque he necesitado varias escuchas del mismo para poder asimilar lo que tenía delante: la culminación, por el momento, de la obra musical del grupo! Una colección de canciones inmensa que aglutina gran parte de los estilos que por aquí preferimos: psicodelia, pop 60's, folk ácido... saltando de uno a otro con coherencia y habilidad. Sus letras en castellano provocan la atención y no la desazón como en otras bandas que componen en nuestro idioma, el ambiente en general retrotrae a grandes discos de la época y la producción es brillante. ¡Impecable e impactante!
LAS COSAS QUE NO VEMOS comienza con El Jardín, delicada pieza de folk ácido repleta de percusiones, guitarras acústicas, un teclado que suena como un clavicordio... muy al estilo de Los Brujos de Miguel Ángel Villanueva o Los Brincos de finales de los 60 (en canciones como La Fuente). Si esto empieza así, ¡la cosa promete! Y vaya si lo hace... Buscando El Sol tiene un título muy de George Harrison y la verdad es que la levitativa guitarra de la canción es harrisoniana en un tema de pop psicodélico con letra sobre lo que es real y lo que no que posee el aire más 70s del disco. Cerca Del Suelo retrocede unos años y es una gema freakbeat de ritmo contundente, pesado, con duras guitarras y teclado propio del género. Un, Dos, Tres... es jubiloso pop con inflexiones psicodélicas gracias en gran parte al órgano que proporciona ácidas melodías y a las voces y letras como siempre crípticas pero de profundo regusto psicodélico (continuas referencias a la menta, la búsqueda, la realidad o lo que podemos llegar a entender por ella...) y ramalazos de poderosa guitarra que enlazan, como no podía ser de otra manera, con ...Al Escondite Inglés, un instrumental a modo de coda del tema anterior de ritmo endiablado y lleno de groove. Las líneas que traza el teclado le dan un aire oriental más que apropiado y, ojo, que su final engaña! Todo un homenaje a la mejor película ye-yé rodada en este país. Los Huéspedes cierran la cara A con Perdido En La Luz, experimento sonoro construido a base de tres canciones en una, bellamente psicodélico.
Foto extraída del blog de Los Huéspedes Felices obra de José Ardá
En Un Día Oscuro (Canción Triste) abre la otra cara, una de las canciones del disco con letra más accesible y en la que dominan las texturas acústicas en su primera mitad hasta que entran decididamente las guitarras eléctricas, el teclado y la batería. Las Cosas Que No Vemos es potente y agresiva, con guitarrazos que aparecen y desaparecen y en la que brillan el teclado y la letra cantada a varias voces de Los Huéspedes, y es que el de los coros es otro aspecto en el que brilla el grupo. Pájaros es una preciosa pieza pop con partes de la melodía que me recuerdan a Miedo, uno de los clásicos de Los Imposibles, y con unos estupendos solo de guitarra y coros, además de un inesperado y muy evocador (por su título) teclado al final de la canción. Le sigue la ya conocida Llueve, tema riquísimo en cambios melódicos, y que es estupendo tenerla al fin en formato físico. Las Hojas Caen contrarresta la potencia de Llueve con su comienzo lleno de delicadeza y belleza minimalista hasta que rompe en estupendo, pero calmado, pop sesentero. Cierra la obra la instrumental y psicodélica Otoño, crepuscular, melancólica, con cierto aire de la Costa Oeste.
Los Huéspedes Felices, aliados con Clifford Records, están facturando algunos de los mejores discos de este país, al fin orientados a la edición comercial de sus canciones y dejando de ser un maravilloso secreto para iniciados. Pero sus canciones no se resienten y estos artefactos son piezas a incorporar a cualquier colección que se precie de popsike!
David

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