En mis "años formativos" el Pussycat, modzine de Álex y Elena de Los Flechazos era una lectura de referencia, y en su número 10 incluyeron una biografía de los Easybeats que leí y releí tantas veces que me la acabé sabiendo de memoria. En aquellas páginas todo lo grabado por el grupo hasta 1967 era de lo mejorcito del pop 60s, pero en 1968 y salvo algunas gemas dispersas el grupo estaba perdiendo potencial a base de singles y LPs, como el VIGIL, pretenciosos, elaborados en exceso y poco divertidos (¡maldita psicodelia!).
Por supuesto, yo me creí eso a pies juntillas. Curiosamente, la discografía de los Easybeats fue de las primeras que completé pese a esas advertencias de su producción de sus últimos años. Y ahora, con los años y el camino que han tomado mis gustos no puedo sino dejar de reconocer la maravillosa colección de canciones propias que alberga el VIGIL y disfrutarlas sin complejos, obras de un grupo influenciado por la psicodelia pero sin caer en el underground más arriesgado y sin perder de vista su habilidad innata para el pop más paladeable. Además, gracias al éxito de Friday On My Mind tenían medios para grabar y aprovechar todo el potencial de un estudio de grabación. Pese a todo ello, y pese a que el disco arranca con una de las canciones definitivas de la década (Good Times), el resultado comercial no acompañó (salvo en la siempre fiel Australia) quizá por una mala elección de los singles y de otras decisiones discutible como la portada del LP, una incomprensible foto en la que se ve muy de lejos al grupo (un problema siempre con los Easybeats el de las portadas... salvo la de su FRIDAY ON MY MIND, que no pasa tampoco de normalita y con el grupo uniformado en un año tan tardío para esas cosas como 1967), un título también extraño y una tipografía futurista que no encajaba con el espíritu de la época.
Pero lo bueno de todo ésto es la música. Good Times -que en alguna ocasión he visto referenciada como (Gonna Have A) Good Time- arranca con una fiereza inusitada arropando el habitual ritmo pulsante de los Easybeats, impulsada por el piano a lo Nicky Hopkins, las palmas y la batería del nuevo recluta Tony Cahill y desemboca todo ello en una catarata sónica de mod-rock repleto de guitarrazos, gritos y aullidos y un pobre Stevie Wright que, como era habitual, no puede llegar a las notas altas y por ello los Easybeats ficharon para la grabación -muy astutos ellos- al gran Steve Marriott para los coros, el cuál se hace con la canción con solo abrir la boca. ¡Un clásico imprescindible!
The Music Goes Round My Head es otra maravilla de pop barroco: aquí hay delicados clavicordios, clarinetes, oboes... que sostienen la melodía sobre la que canta el grupo. Pero aquí pasa otro caso parecido al de Falling Off The Edge Of The World, y es que hay otra versión mucho, mucho más acelerada (le gana medio minuto a la versión "clásica") que fue destinada a una cara A de single en Italia y en la que el grupo, pleno de electricidad, acomete la canción que arranca con una batería resonante, y pese a que aquí encontramos de nuevo vientos y clavicordio (éste en el puente) se enriquece la pieza con metales, cuerdas, guitarras eléctricas, coros más agudos (casi pop-art) y efectos psicodélicos. Una maravilla que, como la anterior, está contenida como bonus en la edición en CD.
Can't Take My Eyes Off You fue, seguramente, una rendición a las pretensiones de crooner de Stevie Wright y es una versión totalmente prescindible que baja un tanto el nivel del disco al igual que con Hit The Road Jack. Parece un poco incomprensible que en un LP de 1968 se incluyan versiones de estas canciones, pero es que los Easybeats siempre fueron muy suyos, un tanto excéntricos. Nada que ver con la excelente River Deep, Mountain High que incluyeron en su anterior disco, FRIDAY ON MY MIND (1967).
Sha La La es infeccioso bubblegumm con espíritu bluebeat (por lo visto el grupo estaba muy enganchado a esos ritmos por la época) adornado con metales y vibráfono. Agradable y pegadizo, pero nada trascendental. Come In You'll Get Pneumonia se sitúa en la onda del George Harrison del Blue Jay Way. De comienzo neblinoso, ritmo de trote lento pero creciente en intensidad al sumarse instrumentos, Mellotron y capas de voces, es una pieza muy ambiental que completa el cuarteto de gemas psicodélicas del disco junto a Falling, The Music y Hello How Are You. Y, por supuesto, fue objeto de dos ediciones en distintas versiones, siendo la destinada a una cara B en Alemania un primer mix de la pieza, más elaborado, con efectos psicodélicos en la voz y con sección de cuerdas prominente, todo mucho más beatlesco y más climático.
See Saw tiene esa pulsación característica de los mejores temas de los Easybeats construído sobre la batería y guitarras afines y un Stevie Wright siempre ayudado por coros entregados de Harry Vanda y George Young, vivo e infeccioso, una pieza para la pista de baile que podría encajar en su excelente producción discográfica de 1967 y adornada con Mellotron. Irresistible.
We All Live Happily Together es una broma pop-art repleta de cambios de ritmo, efectos de sonido, coros desaliñados... que a veces recupera el ritmo saltarín de Sha La La. Un producción muy de la época, intentando aprovechar todos los trucos de un estudio de grabación. I Can't Stand It, original de los Chambers Brothers, es la tercera versión del disco y la que lo cierra, y en este caso sí que es una buena incorporación al repertorio de los Easybeats en una lectura muy potente (aunque sus voces son mucho más agudas que las de los norteamericanos), seguramente impresionados por el LP del año anterior de los Chambers Brothers. En efecto, una buena versión, pero en Australia fueron lo suficientemente listos para retirar las tres versiones del disco y sustituirlas por un imbatible original de los Easybeats, la inmortal Bring A Little Lovin', canción de evidente potencial que el grupo no supo aprovechar pero sí nuestros patrios Bravos! En cualquier caso, a los australianos les quedó un LP impecable!
Aún sigo disfrutando de aquel artículo del Pussycat, pero me puedo permitir defender este LP como un gran disco de pop en el que los Easybeats transitaban por nuevos y multicolores caminos, a veces con paso dubitativo pero firme en la mayoría de los casos. De aquellas sesiones salieron otras piezas maravillosas de pop psicodélico recuperadas en el recopilatorio de rarezas THE SHAME JUST DRAINED (1977), y VIGIL constituye el último gran LP de los Easybeats, aún con más mérito ya que le sucedió el desastroso FRIENDS (1969). Y sólo por esa Good Times, ya vale la pena!
David