El retorno de este joven héroe de la psicodelia se produce a lo grande. Su primer LP ya es una realidad publicado por Trouble In Mind Records. Tras una preciosa portada se esconden doce gemas de popsike de las cuáles ya conocemos tres incluidas en los dos primeros singles del holandés: Clear The Air, Where Will You Go y Summer's Game.
El Toytown Pop y el pop barroco se abren paso como las principales referencias en los nuevos temas del disco, como se puede apreciar claramente en el instrumental Cabinet Of Curiosities o The Ballad Of Little Jane, ésta además con una fuerte influencia de Syd Barrett. La producción es algo más limpia, más clara, aunque las composiciones siguen rebosantes de instrumentación, con fuerte peso del Mellotron y a menudo del clavicordio.
La mágica The One Eyed King, Puppets Dangling, repleta de cambios melódicos, Watching The Moon y su tintineante y preciso ritmo, The Riddle aderezada con hallazgos de los Moody Blues (Mellotron y flauta incluidos), la encantadora y misteriosa Lullaby, la delicada acidez de Help Me Out que podría haber aparecido perfectamente en cualquier disco editado en Inglaterra en 1967-1968 y la animada Chameleon, que recuerda a los Hollies de su etapa psicodélica en su interpretación vocal, completan la primera colección extensa de canciones de Gardner. Una pieza de psicodelia clásica facturada ahora mismo con impecable gusto y actitud, talento compositivo y de ejecución instrumental y exquisitas influencias que debe tener su lugar en las colecciones de los aficionados al género.
David
martes, 19 de marzo de 2013
viernes, 15 de marzo de 2013
LOS ROYAL SE VAN DE GUATEQUE!
Sorprendentes las noticias que nos llegan desde nuestros viejos amigos The Royal Suite. La banda ha decidido mutar su nombre y en parte, su sonido, empezando por abandonar las letras en inglés. Además han iniciado una pequeña gira en tierras de Castilla y León con horarios accesibles en lo que ellos denominan "Guateques de Vermut y Matiné". En Making Time llegamos tarde para anunciar las primeras fechas de estas nuevas actuaciones del grupo como Los Royal, pero os instamos a eso del feisbuk para consultar más información al respecto así como esperamos que Los Royal actualizen su bandcamp con las nuevas canciones que prometen en un EP de próxima edición por Grit Records tal como anuncian en la información que nos han hecho llegar:
"Los Royal, antes conocidos como
The Royal Suite, inician una nueva andanada de conciertos, esta vez visitando
las callejuelas más pintorescas de la castilla más garagera, y como están ya
mayores lo hacen en sus sesiones de vermú y matinée, que a las 20 tienen toque
de queda.
Reformados hacia el pop más beat
y sesentero, que con la edad se han hecho aún más obstinados y talibanes, y con
letras en castellano, van dando repaso y homenaje a temas de Los Mustangs, Los
Salvajes y Marisol mientras se marcan temas propios guatequeros pertenecientes
al inminente EP ”Susana y otras grabaciones olvidadas” (Grit Records)."
David
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martes, 12 de marzo de 2013
HIPOCONDRIAMODS RECORDS: 60's UK BEAT & 60's WORLD BEAT
¡Veintisiete discos recopilatorios! Nada menos que veintisiete son ya los discos creados en el foro de Hipocondriamods que ilustran los sonidos de la escena mod y sesentera, y cada vez con conceptos más ambiciosos. En esta ocasión volvemos a disfrutar de un doble disco que sobre un mismo género, el beat, ofrece dos perspectivas sobre el mismo, distintas pero complementarias.
Por un lado tenemos grandes clásicos y oscuros singles beat inglés, es decir, con el marchamo de calidad y autenticidad que ofrece su origen espacial en la tierra que generó esos nuevos y excitantes ritmos, y siempre elegidos con el característico buen gusto de los foreros de Hipocondriamods. En el segundo disco, y a consecuencia de la diáspora de artefactos sonoros que llenó el mundo de esa locura pop, disfrutamos de grupos internacionales que nos ofrecen su peculiar visión del beat, siempre excitante y refrescante, cogiendo esas influencias iniciales y llevándolas un poco más lejos.
Cuarenta y dos canciones repletas de entusiasmo juvenil y excitación por los nuevos territorios musicales que ante ellos abrieron pioneros como The Beatles. Quizá no es una música tan elaborada, tan arriesgada e innovadora como la que surgiría pocos meses después en Inglaterra con la segunda oleada de grupos pop tales como Small Faces o los Who, o en América con la fiebre del garage rock, pero es el origen de todo lo que estaba por venir y encontramos auténticas joyas pop.
A destacar el excelente diseño gráfico del forero mac-22, que se inspira en la revista musical Merseybeat para el espléndido aspecto de los discos; mac-22 es el auténtico corazón de estos discos recopilatorios y el talento de estos asuntos de la imagen!
Por un lado tenemos grandes clásicos y oscuros singles beat inglés, es decir, con el marchamo de calidad y autenticidad que ofrece su origen espacial en la tierra que generó esos nuevos y excitantes ritmos, y siempre elegidos con el característico buen gusto de los foreros de Hipocondriamods. En el segundo disco, y a consecuencia de la diáspora de artefactos sonoros que llenó el mundo de esa locura pop, disfrutamos de grupos internacionales que nos ofrecen su peculiar visión del beat, siempre excitante y refrescante, cogiendo esas influencias iniciales y llevándolas un poco más lejos.
Cuarenta y dos canciones repletas de entusiasmo juvenil y excitación por los nuevos territorios musicales que ante ellos abrieron pioneros como The Beatles. Quizá no es una música tan elaborada, tan arriesgada e innovadora como la que surgiría pocos meses después en Inglaterra con la segunda oleada de grupos pop tales como Small Faces o los Who, o en América con la fiebre del garage rock, pero es el origen de todo lo que estaba por venir y encontramos auténticas joyas pop.
A destacar el excelente diseño gráfico del forero mac-22, que se inspira en la revista musical Merseybeat para el espléndido aspecto de los discos; mac-22 es el auténtico corazón de estos discos recopilatorios y el talento de estos asuntos de la imagen!
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Hipocondriamods
viernes, 8 de marzo de 2013
MIND! STUNDE NULL LP!
Las canciones que miran a las estrellas de este cuarteto me tienen entusiasmado. Mi devoción hacia los primeros discos de los Hawkwind y de Pink Floyd es inquebrantable, y en el LP editado en enero de este año de Mind! hay mucho de eso, y más.
En una edición limitada a 500 copias en vinilo (que incluyen un CD) los Mind! desgranan a lo largo de siete temas toda una suerte de influencias y sonidos encuadrados en el space rock setentero y el progresivo más druggy y expansivamente cósmico.
En los dos primeros temas, Sundrun Hreyfingarlaus y Battery Licker encontramos las referencias más claras a la demencial comuna de músicos conocida como Hawkwind, con esos tejidos de sintetizador que nos llevan al espacio y solos de guitarra viajeros; incluso en la segunda de ellas la voz nos recuerda al Lemmy de discos como IN THE HALL OF THE MOUNTAIN GRILL (la primera es un instrumental).
En Cucumbers From Mars desviamos la vista hacia los Pink Floyd de 1968 y su A SAUCERFUL OF SECRETS, con esos bajos insistentes, temática de odisea espacial y teclados a lo Richard Wright. Magallanes es un evocador instrumental, relajado pero no exento de tensión, viajero, cuya guitarra nos lleva hacia espacios abiertos pero inexplorados. Cosmic Tide nos apunto de nuevo hacia la senda de los Floyd, pero esta vez hacia el grupo en 1971, hacia los misterios de Pompeii, hacia su obra maestra MEDDLE, con esos adornos del teclado, la guitarra de blues cósmico y la voz pasada con efecto de trémolo.
Time To Fly es el tema más largo y más percusivo, de aire más krautrock, otra de las influencias sonoras del grupo y estéticas (lo podemos apreciar en la portada y el título del disco), hasta el momento en el que irrumpen unas voces típicamente floydianas. Para terminar, la psicodélica Senallagam (Magallanes al revés) bañada en phasing.
Un disco y unas canciones estimulantes y entusiasmantes. Una enérgica recomendación desde Making Time para aquellos exploradores del espacio interior y exterior armados de guitarras y artefactos sonoros a 33 RPM!
David
En una edición limitada a 500 copias en vinilo (que incluyen un CD) los Mind! desgranan a lo largo de siete temas toda una suerte de influencias y sonidos encuadrados en el space rock setentero y el progresivo más druggy y expansivamente cósmico.
En los dos primeros temas, Sundrun Hreyfingarlaus y Battery Licker encontramos las referencias más claras a la demencial comuna de músicos conocida como Hawkwind, con esos tejidos de sintetizador que nos llevan al espacio y solos de guitarra viajeros; incluso en la segunda de ellas la voz nos recuerda al Lemmy de discos como IN THE HALL OF THE MOUNTAIN GRILL (la primera es un instrumental).
En Cucumbers From Mars desviamos la vista hacia los Pink Floyd de 1968 y su A SAUCERFUL OF SECRETS, con esos bajos insistentes, temática de odisea espacial y teclados a lo Richard Wright. Magallanes es un evocador instrumental, relajado pero no exento de tensión, viajero, cuya guitarra nos lleva hacia espacios abiertos pero inexplorados. Cosmic Tide nos apunto de nuevo hacia la senda de los Floyd, pero esta vez hacia el grupo en 1971, hacia los misterios de Pompeii, hacia su obra maestra MEDDLE, con esos adornos del teclado, la guitarra de blues cósmico y la voz pasada con efecto de trémolo.
Time To Fly es el tema más largo y más percusivo, de aire más krautrock, otra de las influencias sonoras del grupo y estéticas (lo podemos apreciar en la portada y el título del disco), hasta el momento en el que irrumpen unas voces típicamente floydianas. Para terminar, la psicodélica Senallagam (Magallanes al revés) bañada en phasing.
Un disco y unas canciones estimulantes y entusiasmantes. Una enérgica recomendación desde Making Time para aquellos exploradores del espacio interior y exterior armados de guitarras y artefactos sonoros a 33 RPM!
David
jueves, 7 de marzo de 2013
FAREWELL ALVIN LEE
Otra inesperada muerte que sacude un panteón de músicos legendarios cada vez más diezmado. En esta ocasión nos hemos encontrado con la triste noticia del fallecimiento de Alvin Lee a los 68 años de edad.
Guitarrista, compositor, voz y líder de Ten Years After, una de las bandas a la cabeza del revival del blues post-SGT. PEPPERS y la oleada psicodélica, grupo del que tengo gran parte de su discografía pero de los que me resulta imposible disfrutar de un disco de principio a fin; suelo saltar de una canción a otra buscando buenos momentos que, en ocasiones, me cuesta encontrar. Nunca me gustó la voz de Alvin Lee, y creo que no fue el más dotado de los compositores de su generación, pero no se le puede negar su talento como guitarrista, de ahí que desde un principio de Ten Years After fuera consagrado por la prensa musical como uno de los nuevos héroes de la guitarra.
Tampoco se le puede negar el hecho de que iniciara una profusa discografía y que estuviera formando parte activa de la escena musical en un momento clave, la vital transición de la década de los 60 a los 70, liderando ese boom del blues, acercándose al hard rock y al progresivo sin perder de vista dicho blues, consagrándose en Woodstock...
Con un breve acercamiento a la psicodelia consistente en, básicamente, la portada de su primer LP, muy de la época (incluso Lee lucía su cabello rizado a lo Jimi Hendrix, que pronto cambiaría por su característica melena rubia) y un single de inicios de 1968 con las canciones Portable People / Sounds, los Ten Years After pronto abandonaron esa senda para hacer lo que mejor sabían. De entre sus canciones siempre me gustó este trepidante Bad Scene extraído del LP SSSSH de 1969.
Descansa en paz, Alvin Lee.
David
Guitarrista, compositor, voz y líder de Ten Years After, una de las bandas a la cabeza del revival del blues post-SGT. PEPPERS y la oleada psicodélica, grupo del que tengo gran parte de su discografía pero de los que me resulta imposible disfrutar de un disco de principio a fin; suelo saltar de una canción a otra buscando buenos momentos que, en ocasiones, me cuesta encontrar. Nunca me gustó la voz de Alvin Lee, y creo que no fue el más dotado de los compositores de su generación, pero no se le puede negar su talento como guitarrista, de ahí que desde un principio de Ten Years After fuera consagrado por la prensa musical como uno de los nuevos héroes de la guitarra.
Tampoco se le puede negar el hecho de que iniciara una profusa discografía y que estuviera formando parte activa de la escena musical en un momento clave, la vital transición de la década de los 60 a los 70, liderando ese boom del blues, acercándose al hard rock y al progresivo sin perder de vista dicho blues, consagrándose en Woodstock...
Descansa en paz, Alvin Lee.
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sábado, 2 de marzo de 2013
I'M GONNA TAKE YOU THERE
Magnificencia en dos minutos y medio. Un momento mágico, irrepetible, es el que podemos imaginar a cargo de unos cuantos tipos en el estudio dando vida a una composición de un tipo genial, un talento como pocos.
Dave Berry, melifluo, expresivo y algo amanerado cantante de bastante popularidad en Inglaterra, tuvo una carrera por otro lado envidiable aunque aquí en Making Time apreciamos más su producción de la segunda mitad de los sesenta (como suele ser habitual en todos los músicos de larga carrera que se inicia con la década de los 60) con clásicos blue-eyed soul como Picture Me Gone.
Pero en octubre de 1965, alejado momentáneamente del R&B edulcorado de sus principios, del beat y de las baladas más lacrimógenas, facturó un clásico escondido del pop inglés, otra joya de muchos quilates a cargo de Graham Gouldman, talento natural que podía patear el culo de otros compositores pop mucho más valorados y populares con cualquiera de sus canciones.
I'm Gonna Take You There es un prodigio. Una letra de escape, de huída juvenil urbana hacia un refugio rodeado por iguales (al estilo de otras como The Place de The Action) envuelta en una lujosa instrumentación muy a la vanguardia del pop del momento, con clavicordio que domina el ritmo, coros femeninos, bajo y batería poderosos, guitarrazos y un saxo que le otorga profundidad y un sonido muy mod, todo ello construyendo una melodía en la que Berry se desliza suavemente, con su voz más intimista y convincente que nunca.
Este paso un poco al margen de lo que Dave Berry venía produciendo hasta el momento tuvo sus consecuencias con un impacto más que discreto. No entró en listas, seguramente sus fans no lo entendieron. Sólo fue editado en single, con Just Don't Know en la cara B, y nunca fue incluído en un LP oficial del intérprete. Da igual, es un momento mágico, de culminación del pop británico de la primera mitad de los 60, y una joya de la que disfrutan los connoisseurs.
David
Dave Berry, melifluo, expresivo y algo amanerado cantante de bastante popularidad en Inglaterra, tuvo una carrera por otro lado envidiable aunque aquí en Making Time apreciamos más su producción de la segunda mitad de los sesenta (como suele ser habitual en todos los músicos de larga carrera que se inicia con la década de los 60) con clásicos blue-eyed soul como Picture Me Gone.
Pero en octubre de 1965, alejado momentáneamente del R&B edulcorado de sus principios, del beat y de las baladas más lacrimógenas, facturó un clásico escondido del pop inglés, otra joya de muchos quilates a cargo de Graham Gouldman, talento natural que podía patear el culo de otros compositores pop mucho más valorados y populares con cualquiera de sus canciones.
I'm Gonna Take You There es un prodigio. Una letra de escape, de huída juvenil urbana hacia un refugio rodeado por iguales (al estilo de otras como The Place de The Action) envuelta en una lujosa instrumentación muy a la vanguardia del pop del momento, con clavicordio que domina el ritmo, coros femeninos, bajo y batería poderosos, guitarrazos y un saxo que le otorga profundidad y un sonido muy mod, todo ello construyendo una melodía en la que Berry se desliza suavemente, con su voz más intimista y convincente que nunca.
Este paso un poco al margen de lo que Dave Berry venía produciendo hasta el momento tuvo sus consecuencias con un impacto más que discreto. No entró en listas, seguramente sus fans no lo entendieron. Sólo fue editado en single, con Just Don't Know en la cara B, y nunca fue incluído en un LP oficial del intérprete. Da igual, es un momento mágico, de culminación del pop británico de la primera mitad de los 60, y una joya de la que disfrutan los connoisseurs.
David
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